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¿Adiós al impuesto sobre automóviles? Renzi lo piensa

La Premier pretende anular el impuesto de circulación dentro de la legislatura, si no ya con la próxima Ley de Estabilidad - El principal problema es la cobertura: 5,9 millones de euros que desaparecerían de las arcas de las Regiones.

¿Adiós al impuesto sobre automóviles? Renzi lo piensa

Sello de coche ¿Adiós? El Gobierno se lo está pensando, pero la supresión del impuesto de circulación de vehículos costaría a las Regiones 5,9 millones de euros. Un proyecto de ley fuerte, pero fuentes del ejecutivo aseguran que "quizás ya en la próxima ley de estabilidad y en todo caso al final de la legislatura" el primer ministro Matteo Renzi quisiera hacer con el impuesto a los automóviles lo que ya se ha experimentado con la primera vivienda Imu . Para abordar el nudo de las cubiertas, no se excluye que la operación pueda comenzar aligerando el peso solo en algunas categorías: coches históricos, impuestos por transmisiones de dominio, nuevas matriculaciones o incluso el supersello.

No es casualidad que el impuesto sobre el automóvil ocupe el segundo lugar en el ranking de los impuestos más odiados por los italianos inmediatamente después del impuesto sobre la vivienda, ya muy reducido por el Ejecutivo con la intervención emblemática de la última ley de Estabilidad. El impuesto afecta a casi 50 millones de vehículos y, junto con el IRPF adicional, representa los únicos ingresos de que disponen las Regiones para hacer frente a los gastos no sanitarios: de la obra social al trabajo, del transporte a la infraestructura. “En promedio cubre 30% de la parte no sanitaria del presupuesto de la Región”, explica el coordinador de los consejeros de presupuesto de la Conferencia de las Regiones, el partidario de la Liga Norte Massimo Garavaglia.

En consecuencia, es previsible que los gobernadores luchen contra esta nueva iniciativa, a menos que el Gobierno encuentre la forma de compensar a las Regiones por la pérdida de ingresos (como ya ha hecho este año con los Municipios tras la supresión del Imu en las residencias principales ). Podría ayudar que Renziano Stefano Bonaccini ocupe la presidencia de la Conferencia de Regiones.

En cuanto a las cifras, según Salvatore Moretto, director del Motor Tax Management Service de ACI, "los ingresos totales del sector de la automoción se estimaron en 2014 en unos 72 millones de euros y el impuesto sobre el motor representa alrededor del 8%". La tasa de evasión promedio, por otro lado, es del 12%.

Sin embargo, los datos son muy diferentes según las Regiones. La recaudación anual de la Lazio supera los 700 millones de euros y la evasión (teniendo en cuenta los datos disponibles del ejercicio fiscal 2012) ronda los 200 millones, algo menos de un tercio, que, precisa la Región, va disminuyendo progresivamente. En Lombardía, en cambio, mil millones proceden del impuesto de timbre y la evasión circula en torno al 5-6%. Una decena de Regiones y las Provincias autónomas de Trento y Bolzano han confiado la gestión y recaudación del impuesto de vehículos a la ACI, que envía un comunicado a los automovilistas para recordarles el plazo.

A nivel político, la hipótesis de la abolición del impuesto a los automóviles fue en el pasado un caballo de batalla del centro-derecha. El ministro del Interior, Angelino Alfano (Ncd), había vuelto al tema a la vista de la última ley de estabilidad y había afirmado que una intervención sobre el impuesto a los automóviles haría "felices a los italianos". Para Garavaglia se trataría de una "maniobra electoral" que correría el riesgo de "sacar recursos a las Regiones sin devolver realmente todos los ingresos perdidos, favoreciendo los territorios donde la evasión es mayor", sin contar que "al final se sustituirían los impuestos locales con tributación central.

Para Moretto, “la abolición no resolvería el problema creando un gran agujero en los presupuestos de las Regiones. En todo caso, es deseable una medida de reforma estructural de la carga fiscal sobre los vehículos para racionalizar el sistema y hacer menos onerosa la gestión de los automóviles”. Por ejemplo, una nueva base de datos nacional integrada podría salvaguardar "las distintas autonomías -concluyó-, una gestión compartida de los servicios básicos y una mayor eficacia en las actuaciones para combatir la evasión fiscal".

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