La recuperación económica en la eurozona "continúa, impulsada principalmente por la evolución del consumo privado pero también por las inversiones". Lo escribe el BCE en el Boletín Económico publicado hoy. Los últimos indicadores económicos, prosigue, son en su conjunto consistentes con la continuación del crecimiento moderado del PIB real en el segundo trimestre de 2016. La recuperación "continúa a un ritmo moderado, a pesar de las mayores incertidumbres tras el resultado del referéndum en el UK United”, escribe el BCE.
No obstante, dada la situación de incertidumbre, el Consejo de Gobierno del BCE "seguirá vigilando con gran atención las tendencias económicas y de los mercados financieros y salvaguardando la transmisión de la orientación acomodaticia de su política monetaria a la economía real". “En los próximos meses, a medida que se disponga de más información, incluidas nuevas proyecciones de expertos, el Consejo de Gobierno estará en mejores condiciones para revisar las condiciones macroeconómicas subyacentes, las trayectorias más probables de inflación y crecimiento y la distribución de riesgos en torno a dichas tendencias”. No obstante, "si fuera necesario para la consecución de su objetivo, el Consejo actuará recurriendo a todos los instrumentos disponibles en el ámbito de su mandato".
Finalmente confirmó la intención de continuar con el Qe hasta la estabilización de la inflación. En este punto, el boletín asegura "la intención de realizar las compras mensuales de activos, por 80 millones, hasta finales de marzo de 2017, o incluso más si fuera necesario, y en todo caso hasta que se encuentre un ajuste duradero en la evolución de precios, consistente con su meta de inflación” que es una tasa anual cercana pero inferior al 2%. El BCE recuerda que "la inflación general en la eurozona se ha mantenido en torno a cero en los últimos meses" y que "en conjunto, las medidas de inflación subyacente no han mostrado signos claros de tendencia alcista, mientras que las presiones sobre los precios se mantuvieron moderadas". Además, las medidas basadas en el mercado de las expectativas de inflación a largo plazo han disminuido aún más y siguen siendo sustancialmente más bajas que las medidas basadas en encuestas.
