comparte

BCE, Asmussen: el objetivo de la OMT no es evitar la quiebra de los estados

Ante el Tribunal Constitucional alemán, Asmussen explicó que el BCE pretende limitar las compras de bonos del Estado en el mercado secundario a favor de los países del euro bajo estrés "al mínimo necesario" y "no pagará un precio excesivo por los bonos".

BCE, Asmussen: el objetivo de la OMT no es evitar la quiebra de los estados

"No es nuestro objetivo evitar que un estado miembro del euro se declare insolvente". Así lo afirmó Joerg Asmussen, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, quien representa la posición del Banco Central durante el segundo día de debate en la Audiencia Nacional alemana sobre el plan OMT. El BCE, aseguró Asmussen, tiene la intención de limitar las compras de bonos gubernamentales en el mercado secundario a favor de los países del euro bajo estrés "al mínimo necesario" y "no pagará un precio excesivo por los bonos". 

La condicionalidad exigida por el MEDE y el FMI “garantiza la sostenibilidad de la deuda pública” del país que la solicita. Por otro lado, en tiempos de crisis y consecuente fragmentación de los mercados financieros “las medidas únicas que deberían ser buenas para todos no funcionan. Si el precio de mercado es de 20 y alguien te ofrece 60 -explicó Asmussen al presidente de la High Court, Andreas Vosskuhle, que preguntó por los temores de pérdidas del BCE-, no sería lógico comprarlo a 60. Creo que lo tenemos para garantizar que la compra y venta de bonos en el mercado secundario siga siendo un instrumento monetario. Este tipo de intervención representa “un instrumento normal de política monetaria”. 

La intervención en el mercado se llevaría a cabo como ya estaba previsto en el anterior programa Smp (que, sin embargo, no tenía condicionalidad) "solicitando ofertas a varios participantes del mercado" y sin fijar un precio objetivo. El BCE no revelará si comprará bonos ni cuándo, con la intención de permanecer “completamente impredecible”. Lo importante -añadió Asmussen- es que el riesgo económico se mantenga en el mercado. Los inversores no tendrán certeza de si alguien comprará sus acciones, ni cuándo ni a qué precio". Vosskuhl, por su parte, ha subrayado que la condicionalidad que pide el BCE para iniciar las compras se encuentra actualmente "en un nivel muy abstracto" y que "hay algunos tipos de compromisos que no siempre se pueden cumplir". 

Asmussen pidió enérgicamente que "se garantice la posibilidad de que el BCE actúe en el mercado secundario de bonos del Estado" porque "de lo contrario nos veríamos obligados a recurrir a otros segmentos del mercado: yo, personalmente -dijo Asmussen-, creo que la compra de bonos corporativos es un mal peor.” Respondiendo a las preguntas del presidente del Alto Tribunal, Asmussen también explicó que no es cierto que el BCE esté relajando continuamente los criterios para la presentación de colateral en las subastas de refinanciación, asumiendo así riesgos excesivos: "Desde 2008 -dijo- ha habido han sido 10 reducciones de los criterios y 13 endurecimientos”.

Revisión