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Bares, restaurantes, peluquerías y hoteles luchan por sobrevivir

Llega la fatídica Fase 2 pero con varias excepciones - Entre los más penalizados se encuentran los establecimientos públicos y los servicios de cuidado personal que -salvo dudas- tendrán que esperar hasta junio - El riesgo de cierre por estas actividades es cada vez más real - Muchos comerciantes protesta de toda Italia entregó ayer las llaves de sus locales a los alcaldes

Bares, restaurantes, peluquerías y hoteles luchan por sobrevivir

Se acerca la fase 2, pero no para todos. Como afirmó el primer ministro Conte en el último DPCM, bares, restaurantes, peluquerías, hoteles y algunos comercios tendrán que esperar aún para poder reanudar sus actividades, a menos que haya mejoras desde el punto de vista de la salud. Una elección que ha desatado varias polémicas en la opinión pública, especialmente por parte de los empresarios. No es casualidad que los comerciantes de muchos establecimientos protestaran ayer entregando las llaves de sus locales a los alcaldes.

Bares y restaurantes, por ejemplo, podrán reabrir al público por ahora pero solo con el servicio para llevar, mientras que para el consumo en mesa tendrán que esperar hasta el 1 de junio, salvo que cambien de opinión a finales de la próxima semana.

Pero aun así, las medidas necesarias serán en todo caso estrictas: asientos reducidos a la mitad, mesas fuera de las estructuras, entre aceras y estacionamientos, adecuación de las normas sanitarias, así como obras diarias de saneamiento. Con la consecuencia de que 50 empresas en riesgo de quiebra, poniendo en peligro más allá 300 mil empleos.

Entre estos, hay bares y restaurantes históricos de la capital, como el Tre Scalini en Piazza Navona o Da Romolo en la Mole Adriana en vicolo del Campanile (abierto desde 1932), donde el miedo a los bajos ingresos no deja lugar para el optimismo.

Hoteles, B&B, casas de vacaciones tienen que enfrentarse a una situación aún más dramática. Muy dependiente del turismo, incluso si fueran a reabrir el mercado todavía está parado. Y si bien la restauración puede contar con take away o delivery, la ausencia de turistas, sobre todo extranjeros, pone a los empresarios al borde de la quiebra.

Para peluquerías y centros de estética es otra historia. Porque para el reinicio -nuevamente a menos que lo piensen dos veces a fines de la próxima semana- tendrán que esperar hasta el 1 de junio, después de 3 meses de detención. Considerando, sin embargo, que el 1 de junio cae en lunes (día de cierre semanal para estas actividades) y el 2 de junio es el Día de la República, la reapertura de estas actividades se pospone directamente al 3 de junio.

Mientras tanto, no falta la polémica del gerente de estos negocios, según la cual el bloqueo solo incrementaría el trabajo abusivo y los servicios prestados en el hogar, sin cumplir con las normas de cuarentena o anticontagio.

En el territorio nacional se estima que existen aprox. 130 empresas artesanales que realizan este tipo de actividad (barberos, peluqueros, esteticistas, etc.), con una facturación superior a los 6 millones al año. El bloqueo ya ha causado un daño significativo a estos negocios, lo que representa alrededor de 1,5 millones en pérdidas.

Además, dado que la mayoría de estas empresas (alrededor del 90%) son muy pequeñas, compuestas por un propietario y como máximo dos empleados, con baja rotación, su supervivencia pende de un hilo. Se estima que El 25% de estos comercios no podrán superar la emergencia sanitaria y se verán obligados a cerrar sus puertas.

Por no hablar de aquellas actividades que también incluyen el alquiler entre sus costes, y que también repercutirán en el mercado inmobiliario. Ya muchos inquilinos han solicitado una reducción, si no una suspensión del alquiler. En cualquier caso, un costo sin ingresos es difícil de pagar.

Sobre esto, las actividades del sector han puesto en riesgo al Gobierno la posibilidad de poder anticipar la reapertura. Pero incluso si se respetaran las disposiciones (la relación 1 a 1), el saneamiento y todas las medidas a tomar, ¿seguiría siendo suficiente para la supervivencia de estas actividades? ¿El personal, los gastos fijos, el material, las medidas sanitarias estarían cubiertos por una clientela a la mitad?

Tomemos los hoteles por ejemplo. La limpieza de las habitaciones llevará el doble de tiempo, sin mencionar la higienización de las instalaciones, la ausencia del buffet y la reducción drástica del número de invitados para permitir el distanciamiento social. Segundo Rocco Forte, nombre histórico en la industria hotelera, un hotel “es sostenible si se ocupa al 50%”.

Pero para el empresario no hay duda de que "más vale abrir cuanto antes, cada día más es un retraso para el reinicio de la economía".

No hay una respuesta segura, como una elección correcta. Decidir entre el fracaso empresarial o el riesgo de una segunda ola de infecciones no es fácil. Como en el caso de Alemania, que tras la flexibilización de las medidas restrictivas, la curva de contagios ha vuelto a subir, aunque con fluctuaciones diarias.

Pero entramos en uno espiral emergencia sanitaria-emergencia economica que amenaza con llevar a nuestro país a una recesión nunca antes vista. Por lo tanto, no es fácil moverse en una situación así, pero se necesita ayuda concreta. Sin mencionar que muchas empresas son familiares y, a menudo, la única entrada a la casa.

Entre los despidos, que muchos siguen esperando, y los préstamos condicionales que, en esta situación, no son suficientes, llevan a los empresarios a tener que elegir entre abandonarse a la quiebra o intentar reconvertir sus negocios.

Hay mucha ira y frustración entre los freelancers. Sin embargo, para inclinar la balanza, de cara a una posible reapertura anticipada de estas actividades, solo quedará el control de la situación sanitaria.

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