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Seguros, Rossi (Ivass): los tipos negativos hacen temblar los cimientos

Solvencia II "es una revolución, se necesita un fuerte cambio cultural para las empresas italianas" - Las reglas, sin embargo, siguen sin ser homogéneas entre los distintos países - El sistema regulatorio corre el riesgo de comprometer el rendimiento operativo de las empresas a largo plazo - El Las mayores dificultades serán para las empresas más pequeñas.

“¿Cuánto tiempo mantendrán las políticas monetarias las tasas de interés en los niveles actuales, o incluso más bajos? Nadie puede decir, toda opinión es legítima. Lo cierto es que todo el mundo asegurador está sacudido hasta los cimientos” y este es “el reto más exigente”. La alarma la ha dado Salvatore Rossi, presidente de IVASS, que ha hablado este jueves en Roma durante una conferencia organizada por el Instituto de Supervisión sobre la puesta en marcha de Solvencia II, el nuevo reglamento que desde el 2016 de enero de XNUMX regula la actividad de las aseguradoras europeas .

En la misma línea Maria Bianca Farina, presidenta de ANIA: “La persistencia de tasas de interés bajas nos debe llevar a cambiar la forma de hacer seguros. Esta fase la gestionamos con las Unidades y productos híbridos pero también tendremos que cambiar los productos tradicionales. El reto que tenemos por delante es que tendremos que transformarnos para buscar nuevas formas de gestionar el ahorro a medio y largo plazo”.

En materia de supervisión, "la armonización y convergencia de prácticas" sigue siendo una prioridad absoluta para el sistema y las distintas Administraciones deben "dejar de lado el orgullo nacional", comprometiéndose a difundir "las mejores prácticas independientemente de dónde se desarrollen", continúa Rossi. -. Es impensable que un nuevo sistema regulatorio pueda gestionarse de manera coherente si se acepta durante demasiado tiempo que el campo de juego no está nivelado, que existen diferencias de enfoque entre los supervisores nacionales y discriminación en materia de protección de los asegurados entre los distintos países. . Esto ha sucedido a menudo con Solvencia I, que ha permitido la difusión de las peculiaridades nacionales. Solvencia II limita severamente estas especificidades y, por lo tanto, facilita el trabajo de armonización de las prácticas de supervisión, con vistas a una supervisión del sector asegurador verdaderamente europea”.

Sin embargo, como apunta Alberto Minali, director financiero del grupo Generali, “la percepción del mercado es que aún falta un marco regulatorio común, a pesar del esfuerzo que se ha hecho para configurarlo. La idea de que aún existen excepciones entre diferentes países y que los intereses nacionales aún pueden prevalecer está creando un clima de desconfianza”.  

Por otro lado, según Gabriel Bernardino, presidente de la Autoridad Europea de Seguros (Eiopa), “todo es cuestión de expectativas: no era realista esperar que Solvencia II se aplicara de manera inmediata y uniforme en todos los países. Estamos sólo al principio: no debemos ser ingenuos. Es como un viaje, lleva tiempo". También porque, como apunta Tom Wilson, director de riesgos del grupo Allianz, no hay que olvidar las “enormes diferencias que existen entre los distintos países en cuanto a riesgo soberano, fiscalidad y productos financieros ofrecidos”.

Precisamente el aspecto financiero es otro capítulo crucial en el análisis de Solvencia II. Las nuevas reglas "empujan a las aseguradoras hacia los bonos del Tesoro -prosigue Minali-, porque traen consigo una distorsión implícita hacia el mercado de bonos a tipo fijo", que se prefiere por su seguridad, pero "no da las mejores rentabilidades y eso tendrá consecuencias en el desempeño operativo de las empresas a largo plazo”.

Los retos que propone Solvencia II, por tanto, no son pocos, ni fáciles de afrontar, y corren el riesgo de poner en dificultades, en particular, a las empresas más pequeñas. Al menos, dice Christian Thimann, miembro del Comité Ejecutivo de Axa, porque “las grandes empresas empezaron a prepararse antes: nosotros, por ejemplo, empezamos en 2010”.

Desde este punto de vista, para Minali el punto no está en la “complejidad de los productos, que es igual para todos, sino en la capacidad de invertir para adaptarse al nuevo contexto. Solvencia II no crea problemas en sí mismo: el problema es que en algunos casos faltan herramientas para adaptarse”. Bernardino, sin embargo, dice estar “seguro de que seguiremos teniendo un panorama con empresas de distintos tamaños”.

En cualquier caso, según Rossi, la transición al nuevo sistema regulatorio es "revolucionaria", requerirá "un profundo cambio cultural" -un plan en el que las aseguradoras italianas tienen "un vacío que llenar"- y traerá consigo innovaciones cruciales en la divulgación del mercado, porque "las nuevas reglas permitirán que todas las partes interesadas conozcan la posición financiera de una aseguradora con un nivel de detalle sin precedentes", aunque "para complicar el panorama, en Italia coexiste la Solvencia II sistema de información con estados financieros elaborados de acuerdo a normas contables que presentan métricas no comparables. Esto puede ser una fuente de confusión y malentendidos".

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