Revisar los criterios de asignación de recursos de la venta de derechos televisivos en el sector del fútbol entre clubes. Lo solicita la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado, en un informe enviado al Parlamento y al Gobierno, firmado por el presidente Giovanni Pitruzzella.
Según la Antimonopolio, en primer lugar es necesario prever mecanismos de distribución que premien más el mérito deportivo, eliminando la referencia a los resultados 'históricos' contenida en la legislación vigente, que parten de los resultados de la temporada de fútbol 1946/1947. . Incluso la referencia a la zona de captación de los clubes, prevista por la legislación de 2008, no es directamente atribuible al resultado deportivo, dado que el número de espectadores con el que puede contar un club de fútbol desafía la lógica del mérito. Es necesario, por tanto, revisar la oportunidad de mantener este criterio de distribución, o al menos limitar aún más su impacto respecto al que premia los resultados.
Según la Autoridad, los beneficios de un club deportivo dependen de la competitividad de los competidores: de hecho, un evento deportivo es más atractivo cuando existe un equilibrio técnico entre los equipos y, por tanto, incertidumbre sobre el resultado. Por tanto, la retribución del mérito deportivo facilitaría la consecución de un equilibrio entre los participantes en las competiciones y estimularía la inversión en el deporte también por parte de los nuevos participantes. En la situación actual, dado que la parte de los recursos se asigna de acuerdo con criterios que premian en gran medida la historia y la reputación de un club, las inversiones destinadas a desarrollar clubes más pequeños para llevarlos a competir en igualdad de condiciones no encuentran una remuneración adecuada en un tiempo razonable.
A juicio de la Antimonopolio, también es necesario identificar a un tercero, distinto a la Liga de Fútbol, que procederá a la distribución de los recursos económicos derivados de la venta de los derechos televisivos, para garantizar una mayor equidad e imparcialidad. La Liga, al estar integrada por órganos en los que se sientan representantes de los equipos individuales, no representa en realidad al sujeto en mejor posición para dictar las reglas de asignación de recursos, dado que algunos clubes podrían verse en condiciones de influir estas elecciones a su favor. La distribución de los ingresos derivados de la venta de derechos de televisión, con independencia del mecanismo específico de comercialización que se adopte, debe, por tanto, ser realizada por un sujeto ajeno a los intereses económicos de los clubes de fútbol, y realizada con vistas a garantizar la flexibilidad necesaria y competitividad de todo el sistema futbolístico.
