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Alarma de falsificación: Italia, la más afectada en Europa, facturación de 7 mil millones

30 millones de artículos incautados en 2011, +88% respecto a 2008 - Ropa, software y alimentos son los productos más falsificados - Documento de la comisión bicameral: se necesitan urgentemente instrumentos de la UE y la OMC - Dos tipos de consumidores: el comprador indiferente al hecho de cometer un acto antijurídico y al convencido de hacer un trato.

Alarma de falsificación: Italia, la más afectada en Europa, facturación de 7 mil millones

Italia se encuentra, en Europa, entre los países con mayor tasa de invasión de productos comerciales falsificados, con una facturación de casi 7 mil millones. Particularmente afectados fueron los sectores de ropa, software y alimentos.

El de los productos falsificados es un fenómeno que va más allá de las fronteras de Italia y de Europa, que afecta al Made in Italy y no solo para asumir dimensiones globales y que por eso mismo requiere herramientas y medidas no solo de Europa sino de todos los países que operan en el OMC. Estos son los escenarios y perspectivas que señala el documento final aprobado por unanimidad por la comisión de investigación parlamentaria bicameral sobre el fenómeno de la piratería y la falsificación en el ámbito comercial.

En la UE en 2011 las autoridades aduaneras incautaron casi 115 millones de productos “sospechosos” en las fronteras exteriores de la Unión, con un incremento del 15% respecto al año anterior. El valor de las mercancías interceptadas fue de casi 1,3 millones de euros, frente a 1,1 en 2010. Italia, junto con Bélgica, Alemania, España, los Países Bajos e Inglaterra, se encuentra entre los países con mayor número de procedimientos y artículos incautados por las autoridades aduaneras: en En Italia, el número de artículos incautados aumentó de 16 millones en 2010 a casi 30 millones en 2011 (un salto del 88 %).

Manteniéndose siempre en el contexto italiano, las prendas de vestir, los accesorios y el calzado juntos representan casi el 70% del total de las operaciones de incautación por falsificación en el cuatrienio 2008-2011 para una participación equivalente al 50% del total de productos incautados. El impacto estimado de la falsificación en Italia para 2012 muestra una facturación de 6 billones y 900 millones: ropa y accesorios son los sectores más afectados (casi 2,5 billones de euros), seguidos de CD, DVD y software (más de 1,8, 2008 billones de euros, respecto a 1,1) y productos alimenticios (una facturación de casi 13,7 millones). Si los mismos productos se hubieran vendido en el mercado legal, habría habido un valor de producción adicional de 5,5 mil millones, con los consiguientes 0,35 mil millones de valor agregado, es decir, una participación correspondiente al XNUMX% del PIB.

Una nota curiosa: el mercado falso también ha sufrido, como el legal, las consecuencias de la crisis actual respecto a 2008 cuando la facturación fue de 7 billones y 100 millones. Pero, ¿quiénes son los clientes del mercado falso? La falsificación -explica el documento de la comisión bicameral- es alimentada por dos tipos de consumidores: el comprador que es indiferente al hecho de cometer un acto ilegal y de hecho está convencido de que está haciendo un trato, y el que no se permite dejarse atraer por la posibilidad de exhibir una falsificación haciéndola pasar por auténtica pero simplemente dejándose guiar por la posibilidad de salvar. La satisfacción final, sin embargo, une a los diferentes tipos de comprador.

¿Cómo salir? El documento de la comisión sobre el fenómeno de la piratería comercial subraya cómo la transnacionalidad del fenómeno de la falsificación “requiere un fuerte compromiso a nivel global para llegar a la definición de reglas comunes y compartidas, respondiendo a principios de reciprocidad”. necesitan también "estructuras de represión y prevención capaces de operar en estrecha coordinación con los organismos homólogos presentes en los distintos países".

Y no faltan las críticas. Que también involucran a Europa. “Las iniciativas puestas en marcha en el ámbito comunitario e internacional han resultado ser todavía tímidas, defraudando las expectativas”. En definitiva -es la conclusión- "vale la pena reiterar la necesidad de intensificar los esfuerzos para que Europa y todos los países que operan en el marco de la OMC se doten de instrumentos jurídicos y judiciales eficientes para hacer frente a los retos que planteará la falsificación en los próximos años". .

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