Hay más de 23 establecimientos de agroturismo en Italia. Estas pequeñas "empresas", muy a menudo familiares, están experimentando un verdadero auge. La tendencia de crecimiento es igual al 2,5% anual, y debería continuar en estos niveles, si no mejor, también en los próximos años.
Evidentemente las vacaciones de corta duración, como la Semana Santa o los puentes del 25 de abril y el 1 de mayo, favorecen y amplían la visibilidad de los caseríos: para pasar dos o tres días alejados del estrés y el ruido de la ciudad, el del caserío parece sin duda ser la mejor opción.
En Italia, hay unos cinco mil municipios en los que están presentes empresas de agroturismo, mientras que el número de clientes ronda los 12 millones. Lo que hace atractivo al agroturismo en un mercado tan amplio es la diversificación de la oferta: alojamiento, restauración, degustación y actividades alternativas, como centros ecuestres, granjas educativas y muchas otras.
Uno de cada tres agroturismos italianos está dirigido por mujeres. En el Norte hay más de diez mil caseríos (el 46% del total), mientras que en las Islas hay algo más de mil.
Sin embargo, no es tan simple comenzar una granja. En primer lugar, la condición necesaria y suficiente es ser empresario agrícola: es decir, realizar, según el artículo 2135 del Código Civil, actividades de cultivo, crianza de animales y/o silvicultura. La actividad agroturística debe estar íntimamente ligada a la agrícola para poder explotar sus recursos.
Entonces es necesario obtener autorización para realizar la actividad de la Región y el Municipio (generalmente a través de la "Scia", notificación certificada de inicio de actividad). A continuación, las Regiones establecieron un listado regional o provincial de sujetos aptos para la realización de la actividad agroturística. Para concluir el proceso se requiere la opinión favorable de la autoridad sanitaria y la idoneidad higiénica de los locales y equipos.
Si el Municipio no responde a la solicitud de inscripción en la lista, entra en sesenta o noventa días -el plazo varía según la Región considerada- el principio de silencio-asentimiento, según el cual la solicitud se entiende aceptada en todo caso.
