comparte

SUCEDIÓ HOY: el Concorde voló por última vez en 2003

La parábola de los aviones supersónicos, símbolos de estatus de los 17 y 80 terminó hace 90 años

SUCEDIÓ HOY: el Concorde voló por última vez en 2003

El 26 de noviembre de 2003, hace exactamente 17 años, aterrizó en el aeropuerto de Bristol el último de los Concordes. Con su inconfundible forma, los aviones supersónicos han sido símbolo de una época, emblema del progreso tecnológico pero también del hedonismo. Se construyeron un total de 20 ejemplos, de los cuales sin embargo solo 14 se usaron realmente para vuelos comerciales: la mitad bajo la insignia de Aire Francia y la mitad por debajo de los de la British Airways. De hecho, estos aviones fueron producidos por un consorcio anglo-francés formado por las empresas British Aerospace y Aérospatiale. El costo muy alto de los boletos (alrededor de tres veces los de la primera clase de líneas normales) pronto convirtieron al Concorde en un avión para uso exclusivo de los VIP. Un verdadero símbolo de estatus, de hecho.  

El primer vuelo del prototipo data del 2 de marzo de 1969, mientras que el 4 de noviembre de 1970 se rompió por primera vez la barrera del sonido. Los viajes comerciales solo comenzaron el 21 de enero de 1976 en las líneas París-Dakar-Río de Janeiro e Londres-Baréin. Las primeras secciones se abrieron en noviembre del año siguiente. hacia Nueva York, el más icónico.

El Concorde se dirigía directamente a la Gran Manzana el 25 de julio de 2000 se estrelló en Gonesse, cerca del aeropuerto de París-Le Bourget. Fue una masacre: murieron los 100 pasajeros, los nueve tripulantes (3 pilotos y 6 auxiliares de vuelo) y cuatro personas que estaban en tierra.

El desastre causó revuelo y fue uno de los motivos que llevaron al retiro del avión supersónico. Incluso sin ese episodio, sin embargo, el destino de Concorde seguramente habría sido sellado por el enormes costes de combustible y mantenimiento. Una característica que llevó a estos aviones a clasificarse como "elefantes blancos”, expresión utilizada en Francia y en los países anglosajones para indicar todos los bienes cuyos costes de construcción y gestión no se compensan con los beneficios que aportan.

Revisión