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SUCEDE HOY – General Motors se declara en bancarrota en 2009

SUCEDE HOY – General Motors se declara en bancarrota en 2009

Han pasado exactamente 12 años desde uno de los "Capítulo 11" más importantes en la historia de Estados Unidos. La de General Motors fue de hecho la cuarta gran quiebra en la historia de las barras y estrellas. De hecho, la quiebra del primer fabricante de automóviles estadounidense se declaró oficialmente el 1 de junio de 2009. Fue al inicio de la primera presidencia de Barack Obama, quien enfrentó la crisis financiera -que arrasó con sectores enteros de la economía- reemplazando en marzo de ese año al histórico CEO Rick Waggoner, quien ocupaba el cargo desde el año 2000 y que fue cambiado con Fritz Henderson, elegido personalmente por el presidente pero a su vez destituido en 2010, cuando fue reemplazado por Edward Whitacre. Hoy, la directora ejecutiva es una mujer: Mary Barra, la primera mujer en ocupar este cargo, en el cargo desde enero de 2014 y repetidamente considerada por Fortune, en los años siguientes, como la mujer más poderosa del mundo.

El 1 de junio, hace 12 años, pues, sucedió que GM llevó los libros a los tribunales, pasando así a la administración judicial del Gobierno de los Estados Unidos y cerrando, además de Pontiac, también las marcas Saturn y Hummer y vendiendo Saab Automobile al fabricante de automóviles holandés Spyker. El Tesoro de EE. UU. invirtió $2009 millones en General Motors en 49,5 y recuperó $39 millones cuando vendió sus acciones el 9 de diciembre de 2013, con una pérdida de $10,3 millones. Luego, el Tesoro invirtió $ 17,2 mil millones adicionales en GMAC (ahora Ally). Las acciones de Ally, vendidas el 18 de diciembre de 2014, rindieron 19,6 mil millones, con una ganancia de 2,4 mil millones. Un estudio del Centro de Investigación Automotriz dijo que el rescate salvó 1.200.000 millones de empleos y ahorró casi $35 mil millones en ingresos fiscales.

El calvario de General Motors, fundada en 1908 en Detroit y todavía uno de los mayores fabricantes del mundo con 155.000 empleados, no terminó sin embargo con esa operación. De hecho, en 2017 la empresa americana abandonó el mercado europeo, vendiendo Opel a la francesa de PSA (hoy convertida en Stellantis tras la fusión con FCA), luego en 2018 se decidió el cierre de 5 plantas en EE.UU., y los empleados pasaron de 180.000 a 165.000, luego descendieron aún más en los años siguientes. En este caso, la crisis la provocó el presidente Donald Trump, que había amenazado con suprimir todos los subsidios a GM, incluidos los del coche eléctrico, en los que el gigante empezaba a centrarse cada vez más.

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