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En Los Ángeles, el restaurante con carta cannábica

“Lowell Farms – A Cannabis Café” está prohibido para menores de 21 años (según la ley de California) y no sirve alcohol: la chef Andrea Drummer revisita los platos de una manera... sorprendente.

En Los Ángeles, el restaurante con carta cannábica

Si bien todavía se está discutiendo en Italia, en algunos países del mundo occidental se está volviendo legal vender marihuana con fines recreativos: entre estos hay algunos estados de EE. UU., como California, que desde el 1 de enero de 2018 legalizó el cannabis tras un referéndum. . Desde, la sustancia puede ser comprada por personas mayores de 21 años, que pueden poseer hasta una onza (alrededor de 28 gramos) y cultivar hasta seis plantas en su hogar. El uso recreativo también establece que la marihuana (si se trata para hacerla comestible) también se puede comer y, de hecho, es posible encontrar galletas u otros productos derivados. Pero en California, alguien decidió ir más allá y abrió un restaurante en una granja enteramente dedicado a la marihuana.

“Lowell Farms – Un Café Cannábico” (así se llama el local), en Los Ángeles, es una especie de cafetería en versión comida. La codiciada planta obviamente crece en el jardín, decora las paredes, se infunde en cócteles e incluso aparece en el menú: un experimento único en su género, donde chef Andrea Drummer, ex alumno de la escuela de alta cocina Le Cordon Bleu, ha creado platos y recetas para todas las comidas, desde el desayuno hasta el brunch y la cena. ¿Algunos ejemplos? el sándwich vietnamita Banh Mi con ensalada de col, tocino y pollo crujiente y una salsa a base de hierbas. O los nachos enriquecidos con salsa de tamarindo, cannabis y verduras picantes. Incluso la típica hamburguesa americana se reinterpreta en clave "sorprendente": se prepara con una mayonesa verde especial y sobre todo se sazona el filete con "cannabutter", mantequilla de cannabis.

Y eso no es todo: también se pueden pedir en la mesa vaporizadores para "aceite de cannabis prensado en frío". En definitiva, el primer restaurante del mundo con una carta cannábica elaborada directamente en el gran jardín de enfrente. Sólo hay dos limitaciones: obviamente, no pueden entrar en el club los menores de 21 años (que también tienen teóricamente prohibido consultar el sitio web), y, en pleno estilo saludable californiano, el alcohol está prohibido. En cambio, la marihuana también se puede fumar, pero solo en el área designada para fumar: una bonita zona al aire libre, obviamente rodeada de vegetación.

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