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200 olivos y 1 poste: el chantaje "ambiental" que bloquea grandes obras

El poder de veto sobre las grandes infraestructuras dejado a Municipios y Regiones, tras el fracaso del referéndum constitucional, está bloqueando las obras del TAP en Puglia, el gasoducto que traerá gas desde Azerbaiyán. Los casus belli son los olivos que Tap fue autorizado a arrancar y luego replantar cuando finalizó la obra. Ahora el Consejo de Estado ha cerrado el juego: se reinician las obras pero la resistencia, a pesar de todo, se mantiene

Esta vez, 200 olivos bloquean el avance de la tubería de gas (Trans Adriatic Pipeline), un proyecto estratégico para la importación de 10 mil millones de metros cúbicos (cuando esté en pleno funcionamiento) de gas de Azerbaiyán: 870 kilómetros de tuberías que cruzan Turquía, Grecia, Albania y el Mar Adriático en Melendugno, un pequeño pueblo de Salento, cerca de Lecce, con 9.924 habitantes. Sitio de construcción tripulado, activistas sentados en el suelo, alcaldes con bandas tricolores montando la protesta de sus conciudadanos, comité No Tap para denunciar la ilegitimidad del proceso de autorización: un levantamiento lo impidió el martes 21 de marzo el paso de camiones y excavadoras que debían explantar, para luego replantarlos una vez finalizada la obra, 201 olivos, 16 de los cuales tienen valor monumental. El gobernador Michele Emiliano, en medio de la refriega, reafirma "la ilegitimidad de mover los olivos" y el prefecto, tras dos horas de suspensión de las obras, tira la toalla: topadoras y camiones dan la vuelta. ¿Hasta? El 27 de marzo, la sentencia del Consejo de Estado que rechazó los recursos presentados por la Región Puglia y el pequeño municipio de Salento, destrabó el tira y afloja. Por lo tanto, las obras pueden reiniciarse y el prefecto ha autorizado a Tap para que lo haga, pero el alcalde Potì no se da por vencido y declara que quiere continuar la "batalla".

Lástima que la extracción temporal de los olivos es perfectamente legítima y autorizada, he aquí, precisamente de la Región de Puglia gobernada por el corpulento Emiliano como lo demuestra el documento (adjunto aquí) con el que el Departamento de Agricultura, desarrollo rural y ambiental de Lecce había dado el visto bueno, a más tardar el 9 de marzo de 2017 , a la "extirpación de 215 olivos y 4 olivos positivos por Xylella mientras opera (el Grifo, ed) considerada estratégica a nivel comunitario y declarada de utilidad pública con decreto Mise”. Arrancar las plantas antes del 30 de abril es necesario precisamente para preservarlas, respetando el ciclo vegetativo, y luego poder replantarlas en la zona una vez finalizada la tubería de gas (subterránea y no visible en la costa).

La "batalla de los olivos" es sólo la última de una serie interminable de vigas y granos, más o menos voluminosos, insertados en los mecanismos de autorización de la grandes infraestructuras, sometidas a procesos burocráticos complejos y fragmentados: un flagelo que, dejando el poder de veto incluso a las más pequeñas autoridades locales y a las presiones locales, toma como rehenes los derechos de la comunidad nacional, no sirve para mejorar las obras sino solo para retrasarlas con un aumento monstruoso de los costos que inevitablemente luego descarga sobre todos nosotros. El intento del gobierno de Renzi de restaurar los poderes del Estado sobre las infraestructuras estratégicas quitándolas a las autoridades locales fracasó con el rechazo de la reforma constitucional el 4 de diciembre del año pasado.

El resultado es que cuanto más larga es la obra, y por tanto atraviesa múltiples administraciones locales, más se suman los vetos: una vez superado un obstáculo, enseguida surge otro unos kilómetros más adelante porque el Municipio cambia y el último exige una mayor compensación. que el anterior, en un crescendo que mueve el listón cada vez más alto. Fue así para el Terminal de regasificación de Rovigo (Adriatic Lng: estudio de factibilidad de Edison en 1997, completado en 2009) que luego costó 2 mil millones contra la estimación inicial de 400-600 millones; darse cuenta la línea eléctrica Matera-Santa Sofía Terna tardó 15 años gracias, en gran parte, a la pueblo de rapola que bloqueó la realización de los últimos kilómetros de un recorrido total de más de 280. Y así fue durante Pilón 45 de la línea eléctrica Sorgente-Rizziconi, entre Calabria y Sicilia, una obra largamente obstaculizada y finalmente inaugurada en 2016, capaz de ahorrar 600 millones al año en las facturas eléctricas nacionales ya que ha conseguido eliminar el cuello de botella en el que los productores locales han prosperado durante mucho tiempo. Una pértiga, tecnológicamente avanzada pero todavía pértiga, a la que los contrincantes se aferraron hasta el último momento y que ahora parece haberse evaporado. Las líneas eléctricas mencionadas están en funcionamiento, al igual que la terminal de regasificación de Rovigo; en Rapolla siguen naciendo niños y las facturas, así como el medio ambiente, se benefician con obras modernas que son útiles a la comunidad.

(actualizado el 28 de marzo)


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