Durante la reunión de hoy en Mise, el jefe de desarrollo económico, Federico Guidi, supuestamente le preguntó al CEO de Hidromasaje Italia, David Castiglioni, por no considerar el plan de ejecución inmediata lo que debería provocar el cierre de algunas fábricas de Indesit (empresa italiana adquirida por el grupo estadounidense) y cientos de despidos.
“Para nosotros, el plan es sólo un punto de partida –habría dicho Guidi-, por lo que lo considero revisable y por eso pido a la empresa que no lo considere ejecutivo”. Así lo informaron fuentes gremiales.
Al volver a presentar los lineamientos del plan, Castiglioni habría reconfirmado su voluntad de negociar sin condiciones previas, pero también habría pedido fijar un plazo de seis meses para las negociaciones.
En la reunión de hoy también están presentes el presidente de la Región de Campania, Stefano Caldoro, la subsecretaria del Ministerio de Trabajo, Teresa Bellanova, y representantes de Fim, Uilm y Fiom. El principal problema sigue siendo el destino de la planta de Carinaro (Caserta): Whirlpool pretende cerrarla y para los sindicatos la revocación de esta decisión es una condición decisiva para continuar las negociaciones.