En Italia se bebía más vino en tiempos de Mazzini y Garibaldi que en la actualidad. Este es uno de los datos más singulares que se desprende del análisis de Coldiretti presentado en Vinitaly en Verona en relación con consumo de vino en nuestro país Coldiretti explica que desde el comienzo de la crisis hasta hoy, una copa de vino de cada cinco ha desaparecido de las mesas italianas y que el consumo ha descendido a los niveles de 1861, año de la unificación de Italia.
“Si en el exterior los problemas vienen de las imitaciones –subraya Coldiretti–, en Italia se han desplomado las compras de vino por parte de las familias y el consumo nacional ha descendido a unos 20 millones de hectolitros, por detrás de Estados Unidos y Francia, con un recorte del 19 % desde el inicio de la crisis de 2008. Si el consumo medio es inferior a 37 litros por persona, sólo el 21% de los italianos bebe vino todos los días e incluso casi la mitad de los italianos (48,4%) nunca lo beben durante el año“, según elaboraciones de Coldiretti sobre datos de Istat.
Otro hecho emblemático que subraya por un lado la disminución del consumo interno pero por otro lado, la vocación exportadora del sector vitivinícola italiano es relativa a la comparación entre la cantidad de vino italiano consumido dentro de nuestras fronteras y el que se bebe en el mundo. De hecho, según los datos de Coldiretti, la cantidad de vino Made in Italy consumido dentro de las fronteras nacionales fue incluso inferior al consumido en todo el mundo. En 2014, la producción de vino en Italia ascendió a 41 millones de hectolitros con una caída del 12 por ciento en comparación con el año anterior que también provocó la pérdida del récord mundial en la producción de vino en beneficio de Francia.
