Aprendan a leer los documentos, queridos periodistas. En Internet, a estas alturas, puedes encontrar (casi) todo. Y, con la diligencia necesaria, se harán grandes primicias. Palabra de Giacomo Vaciago, académico y editorialista de calidad, que aprovecha la crisis griega para impartir una valiosa lección, pero todo menos pedante. “Empecemos con la comparación – explica el maestro – de la comparación entre el texto del referéndum del 5 de julio y las 7 páginas del acuerdo del 12 que, lamentablemente, pocos han leído”. Esta es la entrevista que concedió a FIRSTonline.
Profesor Vaciago, ¿qué surge de la comparación entre Europa y Grecia?
“Tsipras estuvo muy bien. Más allá de las notas de color, como la chaqueta golpeada en la mesa de negociaciones, las siete páginas del acuerdo marcan un salto de calidad trascendental. Por primera vez, se asignan fondos para investigación y desarrollo. Una cuarta parte de los frutos de las privatizaciones se destinarán a nuevas inversiones. En definitiva, se aborda de manera realista el tema de la sostenibilidad de la recuperación de la economía griega que estaba ausente en los programas anteriores. Es un salto cualitativo que potencia la capacidad de liderazgo del primer ministro. Lamentablemente lo esencial no surge de los análisis de los medios informativos que no han captado la gran diferencia, el salto de calidad que se dio durante la semana”.
¿Por qué esta miopía? El texto del acuerdo recibió menos publicidad que las objeciones de Schaueble...
“Las tesis de Schaeuble no son ley en Europa. El Ministro de Finanzas alemán ciertamente apoyó la volatilidad, quizás en beneficio de posiciones más pesimistas en los mercados. Pero no representan la línea de Europa, como se desprende de los hechos de los últimos días que demuestran que no puede haber hegemonía de un solo país, cuando se debe lograr una mayoría compartida. Y aquí radica el mérito de Tsipras”.
Sin embargo, el primer ministro griego parece más una víctima de las circunstancias que un protagonista, a juzgar por las acrobacias entre el referéndum y el acuerdo del maratón de Bruselas...
“Esto se debe a que no se lee el texto final. Tsipras ha sabido poner el tema de las ayudas en el centro de la negociación, sujeto como debe ser a un cuidadoso seguimiento por parte de los demás países de la Unión Europea. No es un gesto de desconfianza, sino de compartir metas que no son fáciles. Entre otras cosas, a largo plazo. Las siete páginas del plan griego que les invito a leer fijan metas para al menos diez años”.
Parece una misión a las calendas griegas..
“El documento no marca una conclusión, sino un acto de apertura hacia una futura hoja de ruta. Lo cual no será fácil, dados los puntos de partida: se trata de reconstruir la confianza en un sistema que primero perdió mil millones de depósitos a la semana, luego al día. Y lamento decepcionar a Grillo y Salvini: no es dinero retirado de siniestros bancos occidentales, sino de los griegos. Es a partir de ahí que tenemos que empezar de nuevo”.
¿Tsipras será ascendido o no por la historia?
“Me refiero a las palabras de un ilustre jurista, Sabino Cassese: el mundo contemporáneo no promueve a quienes saben imponer sus demandas a base de la fuerza, sino a quienes saben mediar. Es importante saber reconocer las razones de los demás con una meta. El mensaje ganador es claro: yo puedo llegar hasta aquí, ahora te toca a ti entender que ese es el punto de conveniencia común”.
Y Tsipras lo consiguió. ¿O no?
“Al menos se supera la lógica de la tortura del deudor que no conducía a ninguna parte. La temporada de reformas necesarias también está comenzando en Grecia. Una hoja de ruta difícil, compleja, que requerirá una mayoría parlamentaria más amplia, necesaria en todo caso para abordar la reforma del sistema fiscal, la educación, la justicia y todo lo que pueda ayudar a dar un salto de calidad. Con un compromiso común con los socios que no debe ser considerado como una injerencia. Es un problema común que requiere vigilancia y ayuda específica. La confirmación proviene del adelanto para Grecia, previsto por el acuerdo del 12 de julio, de las inversiones del plan Juncker. Sin olvidar que la mayoría de las reformas son ampliamente compartidas: no es necesario remitirse a un dictado alemán para entender la necesidad de castigar a los ladrones. En Grecia, como en Italia”
Hablando de Italia, ¿qué consecuencias tiene para nosotros el acuerdo anti-Grexit?
“Simple, se quita el riesgo de contagio. Lo que definitivamente es una gran noticia".
Pero, ¿por qué Italia, con la estructura industrial a disposición de los Bel Paese, se incluye continuamente entre las zonas de riesgo?
Podemos mencionar la incidencia de la relación deuda/PIB aun cuando las cifras, si se tienen en cuenta todos los factores, especialmente el superávit de demanda, demuestran que la deuda es sostenible. Pero la incertidumbre política pesa sobre ella. A diferencia de lo que sucede en Francia o en los EE. UU., el liderazgo italiano sigue siendo frágil, expuesto a la situación política. La reforma, en este sentido, es necesaria y urgente”.
