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EE.UU., 8 semanas para evitar el "precipicio fiscal"

Comienzan las negociaciones finales entre los demócratas (principalmente en el Senado) y los republicanos (que tienen la Cámara en sus manos) – Sin un compromiso, nuevos aumentos de impuestos y recortes de gastos se activarán automáticamente en enero – El mecanismo llevaría las cuentas de 2013 de los estados a una recesión Estados Unidos – Moody's y Fitch amenazan con rebajas.

EE.UU., 8 semanas para evitar el "precipicio fiscal"

No hay tiempo para celebrar. Ahora que ha superado el obstáculo de la reelección, Barack Obama debe concentrar todas sus energías en solucionar un problema contable que amenaza con enviar a números rojos las cuentas de 2013 de Estados Unidos. Ellos llaman "Acantilado fiscal" (literalmente "abismo fiscal") y consiste en el efecto combinado de dos medidas que -sin intervención de una nueva ley- entrarán automáticamente en vigor en enero.

La combinación mortal es una receta tradicional de austeridad: aumento de impuestos (con el vencimiento de varias bonificaciones fiscales) e recorte de gastos (asistencia social excluida). Lo inevitable efectos recesivos: El PIB caería un 0,5% el próximo año y el desempleo volvería a estar por encima del 9% (hoy está en el 7,9%).

Ante este espectro que se cierne sobre la Casa Blanca, justo después de las elecciones Moody's y Fitch han dejado las cosas claras: si la nueva administración no logra desactivar la bomba, EE.UU. se despedirá de la cacareada calificación triple A. Las dos calificadoras amenazan, por tanto, con seguir el camino señalado el año pasado por Standard & Poor's, que primero se atrevió degradar a Washington.

El principal obstáculo entre EE.UU. y la salvación contable es de carácter político. demócratas y republicanos Estoy de acuerdo con la necesidad de reducir la deuda, pero no en los tiempos y herramientas a utilizar. En cualquier caso, la recuperación es necesaria: el presidente debe encontrar un compromiso sobre impuestos y recortes, iniciando un camino gradual que elimine los escollos del precipicio fiscal. 

El "portavoz" republicano en la Cámara, John Boehner, dijo que estaba dispuesto a aumentar el impuesto. Una apertura que con toda probabilidad pretende recortar algunas deducciones (por ejemplo, las de los intereses de los créditos hipotecarios), pero desde luego no aumentar las tasas para los más ricos. Exactamente lo contrario de lo que le gustaría a Obama. Si finalmente se llega a un compromiso, EE. UU. evitará una recesión el próximo año, pero el déficit crecerá en más de 500 mil millones en comparación con los niveles proyectados actualmente.

En la práctica política, el verdadero problema es la fractura que desde enero de 2011 paraliza la acción del Congresodividida entre el Senado Demócrata y la Cámara Republicana. Un estancamiento confirmado por las últimas consultas. A pocas horas de la victoria, comienzan los días de negociación para Obama. 

New York Times 

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