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Una tercera vía para Europa entre la soberanía y la globalización

En su último libro “El interregno”, “editado por Hoepli, el economista Gustavo Piga propone un viaje en el tiempo, con el objetivo de trazar un camino alternativo a la marcada oposición entre soberanía y globalización.

Una tercera vía para Europa entre la soberanía y la globalización

En su último libro titulado "El interregno: una tercera vía para Europa” (Milán, Hoepli, 2020. páginas 244, Euro 19,90), gustavo piga, economista de larga trayectoria y sólida experiencia internacional y profesor de Economía Política en la Universidad Tor Vergata de Roma, propone un sugerente viaje en el tiempo con especial atención a los dos últimos siglos (el actual y el anterior) para una reconstrucción de la historia económica con consideraciones y evaluaciones originales, respaldadas por una sólida referencia a los fundamentos económicos. 

El objetivo declarado del autor es rastrear una ruta alternativa, tanto para Italia como para Europa en una fase marcada por la marcada oposición entre los partidarios de la soberanía y la globalización.

Las comparaciones entre fenómenos económicos, ocurridos en el período considerado, aparecen condicionadas por la creencia de que "la historia nunca se repite de la misma manera" y por la especificidad de la situación actual en la que se encuentra Europa, "con una moneda flamante y el Banco Central, sino también con instituciones políticas enredadas en medio de un traspaso trascendental entre ejecutivos nacionales y europeos” (el término interregno utilizado en el título también se refiere a esto).

Sin poder mencionar todos los estimulantes elementos de reflexión ofrecidos, aún más agradables por un estilo ligero y atractivo, debido a las limitaciones de espacio, recordamos aquí el análisis en profundidad de la similitudes y diferencias de la crisis actual con la de 2008 y con el otro de la década de 30.

Crucial en el sistema del libro, dividido en 5 capítulos, incluyendo un prólogo, dedicado a efectos economicos del covid 19 y un epílogo, centrado en los jóvenes y sus motivaciones, es la parte en la que nos centramos en lo definido locura europea. En otras palabras, las soluciones que han sido adoptadas por la Unión Europea y por los Parlamentos de las naciones europeas para enfrentar la crisis económica de 2008, en particular, el Pacto Fiscal y sus aspectos nefastos. Soluciones que, por desgracia, han favorecido el espíritu de división entre las naciones con el desarrollo de movimientos soberanistas opuestos a los globalistas, una oposición que corre el riesgo de poner en grave peligro el peso específico de Europa en la arena internacional, obligándola a asistir impotentemente a "las estrategias lógicamente vencedoras y decenas de China, Rusia, Estados Unidos y quizás otros también”.

Creyendo, pues, que estamos lejos de una unión de estados unidos en el viejo continente, el autor evoca el ejemplo del Primer Ministro del Tesoro de los Estados Unidos de América, Alexander Hamilton, quien en 1790 abogó con fuerza e impuso su idea tras largas discusiones emitir bonos gubernamentales únicos para todos los estados confederados, los Continentales, marcando una nueva era, caracterizada por la renuncia al poder impositivo por parte de los estados individuales, pero acompañada por el beneficio de una solidaridad previamente desconocida entre estados ricos y estados necesitados.

Lamentablemente, sin embargo, dentro de la Unión Europea sigue siendo lejos del objetivo de una política fiscal común, así como la configuración de modelos de solidaridad entre las naciones -ciertamente no una novedad histórica, ¡piensen en lo que ya ha argumentado Montesquieu!-, pasos indispensables para una Constitución europea, inspirada en un principio de verdadera justicia social.

Además, en el libro hay espacios relevantes para el tratamiento de temas de candente actualidad, como el MES analizado críticamente en su configuración original y en la modificada por la próxima reforma, aunque se mantengan intactas las consideraciones sobre su relativa incomodidad para Italia); o cómo el uso correcto y eficaz también en nuestro país de recursos proporcionados por el Fondo de Recuperación. Cruces cruciales para llegar a una constitución fiscal europea, basada en la autonomía de cada Estado miembro y en su responsabilidad en materia de gasto público.

De Europa a Italia para preguntar qué puede hacer nuestro país por la Unión Europea y qué debe hacer internamente para cambiar el ritmo lento, si lo comparamos con el de otras naciones. Una ocasión útil para que el autor examine críticamente la política económica de Italia en los últimos veinte años y sus dificultades de crecimiento, a falta de una revitalización seria de las infraestructuras, apoyada a su vez en un adecuado plan de empleo juvenil.

Al término de este recorrido por la historia impulsado por el actual período de transición para Europa y para Italia, Gustavo Piga indica claramente los temas críticos a abordar para ambos. En particular, para Italia la falta de inversiones es evidente debido al pesimismo endémico vinculado a la mencionada austeridad europea y la falta de una reforma de la administración pública, inspirada en un aumento cualitativo real de habilidades y conocimientos. Dos aspectos problemáticos, que deben interpretarse como dos desafíos fundamentales para el futuro de nuestros jóvenes y, por ende, para las posibilidades de un efectivo crecimiento socioeconómico del país.

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