Acaba de inaugurarse la exposición titulada Atlas, que rastrea tipologías, particularidades, atisbos, símbolos y características del espacio urbano construido gradualmente por Petrus en el curso de su investigación geográfico-simbólica a través de las diversas ciudades del mundo, formando así un "atlas urbano" inmaterial e idealmente difundido, casi un Encyclopédie metropolitana moderna.
Junto a las grandes ciudades del mundo, habrá imágenes de Milán, dada su fuerte vinculación con la capital lombarda, ciudad en la que vive y desde donde comenzó su carrera artística. De hecho, es gracias a la arquitectura modernista milanesa que encontró la solución para construir su lenguaje, cuadro tras cuadro: una poética de la modernidad en clave contemporánea.
Desde hace más de veinte años, Petrus trabaja en la reelaboración de la arquitectura de la ciudad, con una estilización muy fuerte de los elementos que a veces tiende, en la búsqueda extrema de síntesis de líneas y tonos cromáticos (entre cielos planos y deliberadamente monocromáticos que se ciernen sobre un realidad purificada del caos cotidiano), rayana en la abstracción.
Con el tiempo, su obra se ha esquematizado cada vez más desde el punto de vista compositivo y se ha "enfriado", en un proceso de sustracción paulatina y progresiva de elementos realistas o narrativos, en favor de una geometría compositiva y estructural cada vez mayor.
A través de sus pinturas toma forma un fresco original de la arquitectura moderna y contemporánea, reinterpretado a través de un código estilístico particular y muy reconocible.
El proyecto utópico de “Urban Atlas” de marco petrus encuentra así, en la exposición "Atlas", su propia dimensión física, material y altamente simbólica.
La exposición, organizada por Italiana en colaboración con la Fundación Trienal de Milán, se acompaña de un catálogo, editado por Johan & Levi, con textos de Michele Bonuomo y Federico Bucci.
Marco Petrus (Rimini 1960), desde el año 2000 ha expuesto en Santa Fe, Milán, Moscú, Venecia, Nueva York, Londres, Roma, alternando importantes galerías internacionales con prestigiosos espacios públicos (Museo de Arte de Shanghái, Museo de Bellas Artes de Taipei, Palacio Real en Milán o el Complesso del Vittoriano en Roma), sin dejar de centrarse no solo en el paisaje urbano italiano, sino también en los edificios de Londres, Marsella, los de Nueva York o Shanghai, u otras grandes capitales europeas y no europeas.
