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Gira: Froome de amarillo, fracaso de Nibali

Pero Quintana, Aru, Rodríguez y Valverde se mantienen en la clasificación a escasos segundos del nuevo líder. Contador sigue perdiendo desde el primero. Crolla Nibali que llega con Alaphilippe y el ex maillot amarillo Van Avermaet con casi 26 minutos de retraso.

Gira: Froome de amarillo, fracaso de Nibali

Chris Froome, con el maillot amarillo en el podio de Bagnères de Bigorre, se rió como un niño que ha hecho la travesura más exitosa. Acababa de ganar la primera carrera pirenaica no estirándose, con sus típicos batidos, en las pistas del Tourmalet o Peyresourde sino poniendo en marcha una acción que hasta hoy no formaba parte de su repertorio como campeón: el ataque cuesta abajo como sucedió ayer. Apenas pasó el estandarte del último Gpm del día, el de Peyresourde. Un movimiento repentino, una suerte de saetazo que en unos instantes, aun aprovechando un momento de distracción de Quintana forcejeando con una botella de agua, creó un vacío. Sentado en el tubo del cuadro, con el cuerpo en paralelo todo proyectado hacia adelante para aprovechar toda la aerodinámica, Froome brindó un espectáculo que entra con razón entre las imágenes de culto de la historia del Tour. montes pirenaicos, el campeón británico alcanzó velocidades de vértigo, con puntas superiores a los 90 km/h y con una velocidad media de 15 km/h en los 62,5 km finales, los tres últimos llanos. Y en esa posición inmortalizada por las cámaras de televisión, a ese trepidante ritmo, el ciclista más fuerte del Tour se emborrachaba, se regocijaba y se divertía, el inesperado protagonista de un emocionante videojuego nunca antes conocido, una especie de Superman perseguido en vano por los demás.

 Una acción con un alto índice de riesgo y espectacularidad que lanza a Froome a lo más alto de la clasificación pero que no acaba con el Tour como ocurrió el año pasado cuando el 'keniata blanco' atacó la subida hacia La Pierre Saint-Martin desmoronando a sus contrincantes. Ayer entre él y sus rivales directos -Quintana, Rodríguez (un buen tercero por detrás de Daniel Martín), Valverde y Aru- la diferencia era de un puñado de segundos: 13 para ser exactos (más otros 10" de bonificación), tanto que la nueva clasificación ve 13 corredores reunidos en solo 34 segundos. Pero el latigazo dado por Froome en el Tour es de los que dejan huella en la víspera de otra etapa que promete chispas llegando a los 2240 metros de Andorra Arcalis, meta codiciada por Purito Rodríguez que vive en el Principado entre España y Francia. Una oportunidad también para que Quintana dé una llamada tras la lección sufrida ayer por Froome.

 La etapa pirenaica de las cuatro colinas, del Tourmalet al Peyresourde, si no causó estragos al tiempo que revolucionaba la clasificación, todavía cosechó víctimas ilustres, poniendo fin también al cuento amarillo de Greg Van Avermaet que llegó a meta con un retraso de casi 26 minutos desde Froome. Pero si el desplome del belga no sorprende en una etapa de alta montaña, sí que causa bastante asombro ver que Vincenzo Nibali también está en el grupo del ex maillot amarillo, a la deriva en las lomas pirenaicas. Cierto es que el ganador del Giro llegó al Tour para prepararse mejor para la carrera olímpica de Río, pero tras el rayo de luz vislumbrado en la anterior etapa de Aspin, nadie esperaba un fracaso similar, quizás ni siquiera él que vuelve a empezar. hoy hacia Andorra Arcalis 54º en la clasificación a 33 minutos de Froome. Hasta para los colores franceses no fue un buen día: Thibaut Pinot, tras la crisis en el Aspin, intentó enderezar el Tour prolongándose con Majka en el Tourmalet, pero tras ser primero en el mítico collado y en el siguiente, el Hourquette d'Ancizan, volvió a sus malos días terminando a más de 16 minutos de Froome. Todo lo que tiene que hacer es luchar por el maillot de lunares de Grimpeur (desde ayer en los hombros de Majka) y por una victoria de etapa. Este último es un objetivo al que también debe apuntar Julian Alaphilippe, el mimado niño prodigio del ciclismo transalpino, que ayer recibió un golpe que lo derribó en la clasificación justo por delante de Nibali. Otro perdedor de Bagnères-de-Luchon merece discusión aparte: Alberto Contador vuelve a estar desligado de Froome pero también de Quintana y los otros mejores: pero el Pistolero, a diferencia de Nibali, no quiere rendirse y trata cada día de limitar el daño esperando recuperar la salud perfecta ante el Ventoux y los Alpes.Mientras tanto, tras el 17º puesto de ayer a 1'41” de Froome, su retraso en la clasificación se eleva a 3'12”. No es un abismo pero día tras día en Tinkoff se muestran cada vez más escépticos ante la posibilidad de que el Pistolero vuelva a la carrera por ganar el Tour, tanto que han liberado a Roman Kreuziger -bien colocado en la general-. , 12º a los 34” desde el maillot amarillo -de toda obligación de apoyo a Contador-. Una suerte de diarquía decidida en el camino por la selección rusa mientras que en Astana ahora es una monarquía absoluta con Fabio Aru, hasta ahora siempre con el primer y único capitán tras la nueva dura debacle de Nibali.

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