Tras una reunión que duró seis horas, el consejo de administración de Tim presidido por Salvatore Rossi, dio luz verde por unanimidad al plan del nuevo director general, Pietro Labriola, que prevé la división en dos del grupo y la escisión de la red. El último paso para iniciar la escisión será la aprobación del plan por parte de la junta de accionistas de la compañía, prevista para el 7 de abril, junto con la votación de los estados financieros. Primero, el 2 de marzo se presentará al mercado el plan Labriola.
En definitiva, la organización de la red de Tim en una sociedad especial -que sin embargo permanecerá en Bolsa como la otra parte del grupo (la de servicios), a diferencia de lo que ocurriría con la oferta pública de adquisición de KKR que postula la exclusión preventiva de la compartir antes de dividirse en dos: esto debe hacerse antes del verano para centrar la desagregación de la red entre 2022 y 2023, una vez que se hayan recibido todas las autorizaciones necesarias.
Según informa "la Repubblica", el plan Labriola contemplaría repartir las deudas y los empleados del grupo de la siguiente manera: 12 millones de deuda y poco menos de la mitad de los 43 empleados irían a parar a la empresa de redes (NetCo) mientras que entre 10 y 11 millones en la deuda iría a parar a la empresa de servicios (ServiceCo) que también incluiría activos cotizados como Inwit y Tim Brasil además de la nube de Noovle.
Todavía persiste la incertidumbre sobre la potencial OPA de KKR que sigue en la ventana mientras que Tim, a pesar de no haberse pronunciado aún oficialmente, ha dejado de lado la oferta americana, superándola con la reorganización prevista por el plan Labriola. Pero los juegos aún no han terminado y podrán definirse mejor cuando el Gobierno, que estará llamado a expresarse, haya superado la prueba del Quirinal.