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Telecom, Terna y el juego de la banda ancha

Foco en el grupo Terna tras los rumores sobre su implicación en el plan de internet ultrarrápido que la compañía, sin embargo, niega. El proyecto, que se examinaría en el Palazzo Chigi, se sumaría al plan de Enel para completar la infraestructura ultrarrápida de 100 Mega en los hogares italianos en tres años. Acciones en alza

Telecom, Terna y el juego de la banda ancha

Terna en el punto de mira de la Bolsa. El grupo, propietario de la red de transmisión eléctrica en alta tensión y controlado por Hacienda a través de CDP, podría entrar en el juego de la ultrabanda. El Corriere della Sera lo escribe esta mañana. El acuerdo firmado con la división también empuja a la acción entre las grandes subidas de la lista Energía digital de General Electric, para mejorar el suministro de energía eléctrica a las empresas y domicilios particulares del país, integrando la producción a partir de fuentes renovables de manera más eficaz y estable. Sin embargo, Terna niega los rumores: "No hay participación en el proyecto de banda ancha y no se ha realizado ninguna reunión sobre el tema" con Palazzo Chigi, precisan fuentes de la empresa.

Esto no quiere decir que en eloperación de banda ancha el centro de atención ha estado encendido desde esta mañana. Además de Enel, que dijo estar dispuesta a habilitar la red de distribución para el tendido de cables de fibra con el fin de agilizar al máximo la construcción de la nueva red de 100 Megas (la meta es tres años), Terna también habría hecho una propuesta similar al gobierno. CEO Matteo Del Fante, en una reunión en el Palazzo Chigi con el secretario general adjunto Raffaele Tiscar, habría dado su voluntad de tender cables de fibra a lo largo de los 63.500 km de la red de Terna (o gran parte de ellos, donde sea necesario) para ayudar a poner en marcha un proyecto, el de la banda ancha, en el que el Gobierno pretende dar un paso atrás. “Consideramos estratégico suplir el atraso y poner la ultra banda ancha al servicio del desarrollo del país con todo el potencial de lo digital”, reafirmó el subsecretario de Comunicaciones Antonello Giacomelli. “Nadie en el gobierno –continuó, respondiendo a las acusaciones de interferencia en los planes de Telecom Italia– quiere reemplazar a particulares, escribir planes industriales o extender diapositivas en los escritorios de otros. Pero somos plenamente conscientes de que hay un interés general, un bien común, que atañe al país y que corresponde al gobierno afirmar”.

El plan Terna, por el momento, sería solo coloquial, por lo tanto, un paso atrás en comparación con Enel, que ha dado pasos más formales: tanto al indicar su proyecto a Agcom (la Autoridad de Control y Garantía de las Comunicaciones) como al presentarlo directamente al Primer Ministro Renzi. Los dos proyectos tampoco se solaparían dado que Terna controla la red de transporte, es decir, el backbone nacional de alta tensión (donde, además, ya existen importantes redes de fibra), mientras que Enel puede contar con la mayor red nacional de distribución de baja tensión y alrededor de 450.000 subestaciones eléctricas. El propósito de Enel, como de Terna, no es transformarse en un operador de telecomunicaciones sino obtener lo más rápido posible una infraestructura de banda ultraancha extendida y ramificada incluso en las zonas menos comerciales del país. En otras palabras, una infraestructura capaz de soportar el avance de los servicios digitales de electricidad a partir de los 32 millones de nuevos contadores electrónicos que Enel tiene previsto instalar en hogares y oficinas entre 2016 y 2019. Los propios contadores podrían ser el puente de cabecera para llevar la fibra a Italia. hogares, según el modelo FTTH (Fiber to the home) preferido por el gobierno pero menos apreciado por Telecomunicaciones Italia.

El operador nacional de telecomunicaciones, propietario de la red de cobre de última milla, quiere salvaguardar sus activos el mayor tiempo posible y por eso está construyendo su red de fibra en 250 ciudades italianas según la Fttc (Fiber to the cabinet, fibra hasta la cabina). En juego están los 6,5 millones que indica el plan de banda ancha del gobierno para incentivar la creación de la red en las zonas negras del país, aquellas donde las inversiones privadas no tendrían retornos comerciales suficientes para sustentar el plan empresarial. Sin embargo, el juego no ha terminado aunque las piezas del proyecto de gobierno vayan completando cada vez más el diseño estratégico de la operación. 

Terna mientras tanto, cerró el acuerdo con General Electric en su negocio principal, el despacho de energía en la red. “Con 63.500 km de líneas eléctricas de alta tensión, Terna buscaba una solución que pudiera recopilar fácilmente datos de la red en tiempo real, para identificar posibles fallas o perturbaciones e implementar medidas correctivas para evitar la corriente”, explica el comunicado de prensa publicado por Ge . Terna integrará el "sincrofasor" de Ge en su sistema de monitorización ampliado (el más grande de Europa) para obtener una visión más completa y precisa del funcionamiento de su red eléctrica y otros dispositivos locales o remotos. “Gracias a la recopilación continua de datos de la red en tiempo real, Terna podrá probar aplicaciones de monitoreo avanzadas y alimentar su propio sistema de clasificación dinámica”.

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