Treinta millones de euros de indemnización por un año y medio de trabajo están destinados a convertirse en un récord: así cobrará Flavio Cattaneo para dejar la dirección de Telecom Italia tras solo 16 meses gracias a un contrato estratosférico que pactó a su llegada con los franceses de Vivendi, primeros accionistas de la telefónica. Cattaneo se divorciará de mutuo acuerdo de Telecom Italia en el consejo de administración de este lunes tras perder la confianza de Vivendi, que le reprocha una línea de enfrentamiento inútil con el Gobierno y con Fibra Abierta sobre proyectos de ultrabanda ancha.
Cattaneo puede presumir legítimamente de haber mejorado temporalmente los resultados operativos de Telecom, aumentando el EBITDA de 3,7 millones a más de 4 millones en el primer semestre de 2017, pero en realidad nunca ha logrado ganarse la confianza del mercado, como lo demuestra el desempeño del cotizada en Bolsa, que ha perdido un 14,83% desde su llegada.
Sea como fuere, los franceses, que siguen apostando por la convergencia, seguirán adelante tras el divorcio con Cattaneo con dos movimientos: la creación de un triunvirato, que repartirá los poderes del consejero delegado saliente y que estará integrado del presidente Arnaud de Puyfontaine, por el vicepresidente Giuseppe Recchi y el nuevo director general, el israelí Amos Gemish, y la reanudación del diálogo con el Gobierno, sancionado por una reciente reunión entre el primer ministro Paolo Gentiloni y el propietario de Vivendi, Vincent Bollorè que prometió no entorpecer los programas Open Fiber sobre fibra.
El consejero independiente designado por Vivendi, Franco Bernabè, ex número uno de Telecom Italia, sin embargo, no asumirá nuevos cargos oficiales, pero sus consejos sobre el futuro de la telefónica y sobre las relaciones con el Gobierno están llamados a tener cada vez mayor peso en virtud de sus habilidades en el campo de las telecomunicaciones, que en la casa Telecom siguen siendo un bien escaso y que se volverán aún más preciadas cuando la competencia con los demás operadores, nuevos y viejos, se vuelva más encarnizada, como todo indica que sucederá en los próximos meses.
