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Supercopa: Juve y Lazio se juegan el último trofeo del año

En Riad, los campeones italianos y la Lazio lucharán cara a cara por ganar la Supercopa de Italia – Sarri alinea el tridente, Inzaghi cuenta con que su Lazio ya puso a los bianconeri bajo el cinturón hace quince días

Supercopa: Juve y Lazio se juegan el último trofeo del año

El tiempo ha llegado. La Supercopa de Italia, en juego en Riad (17.45 horas) y Juventus y Lazio quieren subirlo, so pena de pasar una Navidad decididamente más triste de lo esperado. Es un trofeo menor en comparación con los demás, de eso no hay duda, pero sigue siendo un trofeo y a nadie le gusta la idea de dejarlo escapar en el último momento. Este año, los campeones italianos y los ganadores de la copa nacional realmente lo están jugando, a diferencia de las últimas veces, cuando la Juve simplemente desafió al "menos peor". Lo que hace que todo sea más interesante, sin embargo, es el hecho de que Lazio fue el único equipo capaz de vencer a los blanquinegros esta temporada, además hace apenas dos semanas: en resumen, el equilibrio no debe faltar, de hecho, nunca como esta vez es incertidumbre para reinar.

“El año pasado hice tres finales, así que me siento como los demás”, pasó por alto Sarri en la rueda de prensa. – Solo sé que siempre necesitamos mucha motivación, estamos jugando con mucha continuidad, en 23 juegos perdimos uno. En los últimos tres partidos hemos encajado dos goles, uno de ellos en el minuto 95 en el 3-0. Dicho así parece sacar un gol cada cinco minutos. La realidad es otra, nos estamos equivocando pero esto es parte del proceso y de un módulo muy costoso…”. Precisamente este parece ser el punto focal en el que se dividen pro y anti Sarri: los primeros aprecian la búsqueda del buen juego, los segundos señalan con el dedo los demasiados riesgos a los que no estaban acostumbrados, al menos en Italia. Luego llegaron las palabras de Allegri durante la semana, quien tildó de "tonterías italianas" los esquemas tácticos y las teorías: es inevitable devolverle todo al actual técnico de la Juventus, uno que construyó su carrera precisamente sobre eso.

“Espero que los presidentes no se den cuenta, de lo contrario nos recortarán los salarios – replicó con picardía. – Creo que la verdad está en algún punto intermedio, un entrenador no debe abrumar a los jugadores para entrenarse, pero luego tiene que influir en la organización de un equipo. Allegri y yo entendemos el mismo trabajo de manera diferente…”. Solo el tiempo dirá quién, entre los dos litigantes, tiene realmente razón, seguro que la Supercopa puede dar una primera, aunque no definitiva, respuesta. Sarri sabe que una derrota le traería muchos problemas, por eso irá en busca del éxito con el 4-3-3 de los últimos partidos, potenciado por el supertridente ofensivo que es la envidia de toda Europa. En defensa, ante la portería de Szczesny, espacio para Cuadrado, Bonucci, De Ligt y Alex Sandro, con Bentancur, Pjanic y Matuidi en el centro del campo y Dybala, Higuaín y Ronaldo en ataque.

“Estamos en un excelente momento, venimos de ocho victorias seguidas, hemos encontrado certezas, nos conocemos, en tres años y medio de trabajo es la cuarta final –pensaba orgulloso Inzaghi. – Ahora estamos en un muy buen momento, pero esto es un juego en sí mismo., muy diferente al campeonato: en el 90′ juegas por un trofeo, así que no tendrás que cometer errores. Se enfrentan dos equipos que pueden doler en cualquier momento. Además, estoy convencido de que las críticas tras la derrota contra nosotros los han cargado aún más…”. En definitiva, sin proclamas, pero tampoco miedo: si hay un equipo que puede crear problemas a la Juventus, como ha quedado sobradamente demostrado, es la Lazio.

Inzaghi jugará con el típico 3-5-2, por tanto Strakosha entre los postes, Luiz Felipe, Acerbi y Radu atrás, Lazzari, Milinkovic-Savic, Lucas Leiva, Luis Alberto y Lulic en el centro del campo, detrás del pareja ofensiva formada por Immobile y Correa. Saque inicial, hora de Italia, a las 17.45 horas a las órdenes de Calvarese, árbitro elegido para dirigir la delicada final ante cien jugadores de la Lazio, ochocientos de la Juventus y… veinte mil árabes. Curiosidades de un fútbol cada vez más alejado de las tradiciones, pero siempre capaz de regalar emociones. Y esto, después de todo, sigue siendo lo más importante.

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