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En las terribles rampas de Angliru Nibali intenta recuperar la Vuelta

Todavía derrotado en el Alto de Naranco, el Tiburón que llevaba días sufriendo vio quitarse el maillot rojo a Horner, que ahora le separa tres segundos. Pero Valverde y Rodríguez, espléndido triunfador ayer, también prometen batalla

En las terribles rampas de Angliru Nibali intenta recuperar la Vuelta

Hasta ayer, cuando aún vestía el maillot rojo, agotado como estaba desde hacía días, Vincenzo Nibali hubiera prescindido gustosamente sin él, pero hoy Angliru, con sus terribles rampas que en algunos puntos rozan pendientes del 23,5%, se convierte en el última oportunidad para que el Tiburón volviera a poner manos a la obra en una Vuelta que ya parecía suya pero que poco a poco fue vista por un estadounidense de 42 años que le dio una lección justo en el terreno, la subida, que desde ella siempre fue lo más destacado del repertorio del ganador del Giro de Italia.

El martes en Formigal podría haber sido un fracaso que encaja en una carrera de tres semanas, pero luego siguió otra broma vacía en Pena Caberga que permitió a Horner reducir su diferencia con Nibali a solo tres segundos; ayer en el Alto de Navarro, que domina Oviedo, otra amarga confirmación: el Tiburón que estaba en la escarcha de los Pirineos se ha convertido en pez jadeante, casi hervido, en las vertientes asturianas, tortas verdes traicioneras por los cambios bruscos de pendiente. 

Algo en su motor se atascó de repente. A dos kilómetros de la meta Nibali, ayer como en las etapas anteriores, supo disimular su debilidad, siempre a las ruedas de Horner y Valverde, sus rivales más peligrosos, tanto que muchos auguran un partido igualado en el Alto de Navarro, pero cuando, con una explosividad renovada, Joaquín Rodríguez salió disparado, volando hacia su primera victoria de etapa en esta Vuelta, la carrera se encendió.

Todos aceleraron en persecución del escurridizo Purito. Una vez más fue Nibali quien pagó el precio, quien intentó en el alboroto final limitar las pérdidas pero en una clasificación ahora jugada en los segundos, una pequeña brecha bastó para volcar el liderato a favor de Horner que recuperó el maillot rojo con tres. segundos por delante de Nibali. 

Si sufre el Tiburón, que ahora se arriesga a un inesperado descenso tras una temporada de ascensos precisamente en la carrera que el anti-Froome debía confirmar de cara al próximo Tour de Francia, seguro que no sufre el espectáculo de la Vuelta, cada vez más emocionante. con cuatro corredores -Valverde es tercero a 1'06” de Horner, Rodríguez cuarto a 1'57”- encerrado en menos de dos minutos, que hoy disputará la Vuelta en los últimos 12 kilómetros de la subida al Angliru. El favorito, contra todo pronóstico en la víspera, es el "abuelo" Horner que advierte a sus contrincantes que "de momento tienen unas piernas fantásticas, sobre todo cuesta arriba". Rodríguez promete batalla: "Todo puede pasar todavía". 

Incluso Nibali, absorbida por la decepción de la derrota, tras un masaje regenerador, quiso animarse a sí mismo ya sus compañeros por la tarde: "Perdí la camiseta, pero quién sabe mañana". Sin duda será un sábado ardiente allá arriba en Angliru esta tarde. 

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