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Stiglitz, Trump y la salida del euro

EE.UU. siempre ha esperado sacar a un país importante del euro para hacer estallar toda la unión monetaria europea, fortaleciendo el dólar y el centro financiero de Wall Street: no sorprende que Donald tome esta línea pero sorprende que ¿El Premio Nobel Stiglitz se convierte de hecho en el mentor de los parlanchines Grillini y los partidarios de la Liga Norte?

Stiglitz, Trump y la salida del euro

Sacar a un país importante de la moneda única (como Italia) para hacer estallar toda la unión monetaria europea siempre ha sido el objetivo de EE.UU.; tanto para permitir que el dólar compita (y especule en el arbitraje de tipos de cambio) con muchas monedas débiles en lugar de una moneda única (el euro) como para atraer capital al centro financiero estadounidense y fortalecer la bolsa de valores de Wall Street, desestabilizando el mercado de capitales europeo de riesgo y deuda a favor de la economía estadounidense. Nada nuevo bajo el sol, The Donald docet. Lo que sorprende es que el prestigioso premio Nobel Joseph Stiglitz (quien siempre se ha opuesto cortésmente a la moneda única) también se involucrara en la entrevista concedida a Il Sole 24 Ore el pasado 7 de julio, pues veremos al verdadero mentor de algunos charlatanes exponentes de la liga y el grillini.

En la entrevista con Il Sole, tras mencionar que la cláusula Italexit empieza a introducirse en los contratos internacionales elaborados por los despachos jurídicos, Stiglitz enumera todas las reformas estructurales que la UE no ha adoptado: garantía única sobre los depósitos, riesgo compartido, etc., etc. Pero este listado parece haber sido hecho con el único propósito de agregar que “las reformas estructurales toman mucho tiempo y no resuelven los problemas de inmediato. De hecho, pueden incluso pesar sobre el crecimiento económico a corto plazo”. Las referencias a la responsabilidad de Alemania ("debería entender eso", dice Stiglitz) están totalmente en línea con The Donald, quien también espera que Alemania aumente los salarios para aumentar el consumo interno y reducir la competitividad de sus productos en el mercado estadounidense. En otras palabras, lo que sería bueno para la UE también sería muy bueno para EE.UU.  

Sin que a Stiglitz se le haga la pregunta más obvia, es decir, qué pasaría con la UE si un país grande abandona la moneda única, el propio Stiglitz propone a Italia, dado que los tratados ni siquiera prevén un procedimiento, que "la moneda el intercambio debe hacerse muy rápido (…) con una decisión unilateral”. Parece remontarse al debate que opuso el nombramiento de Paolo Savona como ministro de Economía y Finanzas ya la consideración de que todo ello podría asimilarse a un golpe de Estado no por la vía militar sino por la vía financiera. No está mal si, también subraya Stiglitz, pero sin plantear el problema de las condiciones de retorno, "Italia podría evitar los mercados durante un tiempo ya que tiene una alta tasa de ahorro de los hogares". Tenga en cuenta que en este caso también son propuestas que ya hemos escuchado del subsecretario de la Liga Norte, Armando Siri. Pero si no es Italia la que destruye la UEM, a favor de los mercados estadounidenses, entonces podría seguirse el "camino medio", es decir, "podría ser Alemania la que salga del euro". Larga vida a Donald.

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