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Startups: un fenómeno en evolución

Del Weekly Focus of the BNL Study Service - La contribución de las startups al crecimiento económico y la creación de empleo empieza a ser sustancial. Para la financiación de empresas jóvenes, la financiación de capital está creciendo, principalmente en forma de capital de riesgo

Las pequeñas y medianas empresas suelen ser objeto de análisis y medidas por parte de las autoridades europeas nacionales y supranacionales debido a la importancia que tienen en términos de empleo y crecimiento económico. La Comisión Europea ha instado a fomentar su creación, especialmente estimulando y facilitando el emprendimiento juvenil.

En el contexto de las pymes, cada vez se presta más atención a las startups, empresas que a menudo (pero no siempre) se guían
por jóvenes emprendedores. Aunque no es fácil de medir, la contribución que hacen las startups al crecimiento económico y a la creación de empleo parece sustancial: se estima que las que sobreviven en los cinco años siguientes a su establecimiento generan entre el 21 y el 52% del trabajo total en el segmento relacionado, dependiendo de los países en los que operan.

Entre los factores que permiten la supervivencia y el desarrollo de las startups, la presencia de fuentes de financiación adecuadas es crucial. Para las start-ups en fase de start-up, el canal bancario suele quedar excluido, sobre todo por la ausencia de un historial financiero que dificulta la conciliación del préstamo con las normas prudenciales.

La financiación mediante acciones parece estar creciendo: en 2016, el importe de las nuevas inversiones de EIF1, el organismo que facilita préstamos a las pymes en nombre de las principales instituciones europeas, aumentó un 45 % (hasta 3 31 millones de euros) y las garantías prestadas un 6 % (hasta XNUMX XNUMX millones de euros). XNUMX millones de euros).

Aumentos aún mayores se produjeron en las cantidades captadas por inversores privados gracias al efecto arrastre generado por la presencia de una entidad de gran reputación entre los prestamistas: +88% (hasta 19 millones de euros) y +42% (hasta 24 millones de euros) para la aportación de acciones y garantías respectivamente.

El capital riesgo es, sin duda, uno de los tipos de financiación de capital adecuado para los primeros años de actividad de las nuevas empresas. En 2016, las inversiones de este tipo de préstamo aumentaron un 12% tanto en Europa como en Estados Unidos: $4,7 millones captados en el Viejo Continente contra $67 en Estados Unidos; en Italia el importe es de 97 millones de dólares, 46 millones de euros más que en 2015.

En Italia, la Startup Act puesta en marcha a finales de 2012 por el MISE ha establecido una serie de incentivos y concesiones, especialmente para las empresas innovadoras. Unos cuatro años después, el sector registra resultados positivos en número y empleados: en septiembre pasado había registradas 7.854 empresas (+23% a/a) y alrededor de 40.000 empleados entre accionistas y empleados. También es importante el apoyo del Fondo Central de Garantías, del que hasta el momento se han beneficiado 1.784 startups con un préstamo medio de 242 miles de euros.

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