Huelga de transporte el jueves 6 de julio de 2017 en toda Italia, desde Milán y Roma, desde Turín a Nápoles. Michele Frullo, de Usb Trasporti de Roma y Lazio, explicó que la protesta se decidió "para defender el derecho de huelga en los servicios públicos esenciales, contra la política de privatización y las reglas para la reorganización de los servicios públicos locales".
Aquí están los tiempos de la huelga en las principales ciudades italianas:
– Milán : Atm interrumpe el servicio de 18.00 a 22.00, mientras que Trenord de 9 a 13 (el bloqueo afecta también a las conexiones entre las estaciones de tren de Milán y el aeropuerto de Malpensa).
– Roma: los empleados inscritos en Faisa se cruzarán de brazos de 11.00 a 15.00 horas; en cambio, el paro de Sul tendrá una duración de 24 horas, sin perjuicio de los períodos de garantía, mientras que el paro de USB será más breve, entre las 8.30 y las 12.30 horas.
– Turín: huelga de 18.00 a 22.00 horas para líneas urbanas y de 18 a 35 horas para líneas extraurbanas. Discusión aparte para las secciones gestionadas por la empresa Ca.Nova que estarán en huelga durante 22 horas.
– Bolonia y Emilia Romaña: la huelga comenzará a las 11 y terminará a las 15 para los servicios de automóviles, mientras que para los servicios ferroviarios (Tper) durará de 14 a 18.
– Nápoles: para las líneas de superficie, el paro durará de 09.00 a 13.00 horas; el servicio de metro y funicular debería estar completamente operativo de nuevo a las 14:00.
Entonces vuelve a haber temor al bloqueo de las ciudades, como sucedió el 16 del mes pasado. En aquella ocasión, con una afiliación media del 40%, hubo un paro casi total del transporte público.
"Sin querer perjudicar el derecho constitucional a poder convocar una huelga - dijo el Garante de Huelgas, Giuseppe Santoro Passarelli el 22 de junio -, sería apropiado vincular el poder de manifestación, en el sector de los servicios públicos esenciales, a la consecución de parámetros representativos".
En la misma línea está el ministro de Transportes, Graziano Delrio, según el cual “debemos evitar que una minoría tenga como rehén a una mayoría de ciudadanos”.