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Sanremo, Demare gana: los italianos siguen secos

Nibali buscó el golpe en el descenso de Poggio pero fue una breve ilusión - En el sprint final del clásico de primavera, perturbado por el choque de Gaviria, el velocista francés quema al inglés Swift con una prodigiosa progresión - El primero de los italianos es Pozzato, solo octavo.

Sanremo, Demare gana: los italianos siguen secos

“Blue Pedal busca un nuevo Dancelli”. Con otro éxito extranjero firmado con un sprint prodigioso por el francés Arnaud Demare, nacido en 1991, hace diez años que la Milán-San Remo no ve a un italiano cruzar primero la meta en vía Roma. Estamos en el segundo ayuno histórico más largo para nuestro ciclismo de casa en el clásico de primavera. El primero se remonta a la era dominada por el sprint de Rik Van Looy y Miguel Poblet hasta el comienzo del reinado de Eddy Merckx. Entonces hubo que esperar 17 años para que uno de nuestros corredores interrumpiera la secuencia de victorias extranjeras en 1970 tras el último sprint ganador en 1953 de Loretto Petrucci, seguidor de Fausto Coppi con los colores blanco y azul de Bianchi, que también había llegó a San Remo el año anterior. Un corsé que hizo creer a Petrucci que se había convertido en padrino lo suficiente como para rebelarse contra el gran Fausto. Una presunción que le llevó a desaparecer muy pronto. Fue Michele Dancelli quien devolvió al Sanremo a su tierra natal, con la chaqueta de Molteni, autor de una escapada espectacular que pilló también al contraataque a Merckx que por entonces -todavía en las filas de Faema- ya acumulaba victorias como un auténtico caníbal en todas las carreras en las que participó. Suficiente para ganar siete Sanremos en su carrera, un récord fuera del alcance de cualquier ciclista en circulación hoy en día.

Vincenzo Nibali, generoso como siempre, siempre estuvo en la carrera este año. Incluso después de la ceja del Poggio, parecía capaz de hacer la hazaña lanzándose en persecución de Mikael Kwiatkowski, que había pasado por encima con un puñado de segundos por delante del grupo de bombardeo en fila india. El polaco, ex campeón del mundo, seguía en cabeza cuando volvió al Aurelia cuando faltaban menos de 2 km y medio para la meta. Pero bajo el ímpetu también de Cancellara y Sagan se retomó primero a Nibali y luego al propio Kwiatkowski. La pelea final habitual estalló con Greg Van Avermaet tratando de correr, trayendo consigo al noruego Boasson-Hagen y Tony Gallopin. Pero Cancellara fue bueno reparando, trayendo de regreso a Kristoff, Bouhanni, Demare, Gaviria y todos los demás favoritos (con la excepción de Michael Mattwes, quien se estrelló en el Cipressa y Mark Cavendish en obvia dificultad en los baches cortos de la carrera). Después de casi 300 km de carrera -modificados en carretera y prolongados en 4 km debido a la caída de un terrorífico derrumbe cerca de Arenzano que obstruyó la Aurelia y la bloqueó-, fueron nuevamente los últimos cientos de metros vía Roma los que decidieron el destino de el clásico nm. 107. En el impetuoso viento que soplaba el grupo, el colombiano Gaviria, un velocista de gran promesa, cayó al suelo, ensuciando las trayectorias de quienes lo seguían. Nacer Bouhanni lo aprovechó y parecía tener la victoria en el bolsillo, pero el velocista transalpino se derrumbó ante la potente progresión de Demare que le adelantó a la fuerza para atrapar y adelantar incluso al inglés Ben Swift. Tercero fue el belga Jurgen Roelandts. Cuarto un Bouhanni muy decepcionado. Seguido por Van Avermaet, Kristoff y Haussler. Octavo puesto para Filippo Pozzato, primero de los italianos por delante de Colbrelli con Trentin cerrando el top ten. Sanremo levantó la tricolor francesa 21 años después de la última victoria en 1995 de Laurent Jalabert. Para repasar la italiana -la última victoria con Pozzato en 2006- cita una vez más aplazada.

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