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Salario mínimo: si, siempre y cuando no supere el Cig

La próxima ley de salario mínimo puede servir para establecer nuevas reglas en las relaciones laborales. Pero es importante definir cuánto espacio dejar a la negociación empresarial y cómo medir la representación de los trabajadores en la empresa.

Salario mínimo: si, siempre y cuando no supere el Cig

Una ley de salario minimo constituye una oportunidad para definir nuevas reglas para el sistema de relaciones laborales.

El objetivo principal es identificar las condiciones mínimas a favor del trabajador para que pueda "asegurarse a sí mismo y a su familia una existencia libre y digna" según lo dispuesto por el artículo 36 de la Constitución de la República Italiana. Es necesario identificar las condiciones salariales "no negociables" en el salario mínimo y, por lo tanto, automáticamente sancionable en caso de incumplimiento (por ejemplo, situaciones de explotación en actividades gestionadas por organizaciones o empleadores)

Es importante establecer el monto del salario mínimo que debe dejar espacio para la negociación categoría, corporativa e individual. En este sentido, un indicador puede ser el del techo reconocido para el fondo de cesantía en cuestión. entre 993,21 y 1.193,75 a dividir por las 173 horas mensuales convencionales en promedio pagado igual a 5,74 o 6,9 euros por hora.

Cualquier cifra superior cuestionaría los valores pagados por el fondo de cesantía lo que debe representar el correcto cumplimiento de la norma constitucional, abriendo una controversia de difícil solución.

Otro elemento de claridad lo constituye el hecho de que se paga independientemente del desempeño, para todas las disposiciones legales: Vacaciones, Días festivos, Enfermedad, Lesión, dejando amplio espacio para los métodos de pago del salario definidos por el contrato y reduciendo la disputa sobre el pago de las diversas instituciones definidas contractualmente.

En resumen, siempre se paga el salario mínimo mientras que el salario contractual se paga de acuerdo a lo definido en el contrato, despojándose de cualquier aplicación imaginativa del juez.

En particular, la negociación empresarial puede introducir elementos de cierto reconocimiento de la productividad, cuya realización justifica los mayores costes y, por tanto, unos niveles salariales más satisfactorios. En este caso, la ley del salario mínimo puede ampliar mucho el margen de negociación, pero hay que insistir en la representación de los sujetos que estipulan los convenios y, en consecuencia, en la necesidad de una ley de representación que vaya más allá de la nunca acuerdos entre confederaciones plenamente aplicados.

Dada la dificultad de medir la representación a nivel nacional (por ejemplo, sería fácil considerar las deducciones sindicales en las declaraciones del INPS nunca utilizadas hasta ahora) es necesario establecer por ley un sistema de representación de los trabajadores en la empresa, que permite a la mayoría de los representantes electos decidir qué contrato nacional o de empresa aplicar, contrato que tendrá validez "erga omnes".

La remuneración adicional definida por los contactos nacionales y/o corporativos se desembolsará en la forma definida por los propios contactos, favoreciendo los aspectos pactados: profesionalidad, desempeño, resultados, productividad y legitimará a los interlocutores sociales para solicitar al gobierno una cuantiosa ampliación de la retribución libre de impuestos y de la descontribución, hoy limitada a 3.000 euros anuales.

Una regla de salario mínimo también debe reconocer la negociación individual derivados principalmente de la competitividad del mercado laboral.

se hace necesario cambiar el modelo actual de relaciones laborales lo que no ha permitido alcanzar los niveles de productividad del sistema italiano necesarios para afrontar la competitividad internacional, la correcta valorización del desempeño de los trabajadores y por tanto el reconocimiento de una remuneración adecuada.

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