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Rusia, entrada en la OMC: para el FMI, una excelente oportunidad para llevar a cabo reformas estructurales y ambiciosas

Según el FMI, la entrada de Rusia en la OMC es una oportunidad importante para implementar reformas esenciales como la reforma de las pensiones, el control de la inflación: la economía rusa ya no estará sujeta a la tendencia actual de los precios del petróleo.

Rusia, entrada en la OMC: para el FMI, una excelente oportunidad para llevar a cabo reformas estructurales y ambiciosas

También es hora de que Rusia implemente reformas estructurales para reiniciar económicamente el país.

La entrada en la OMC (Organización Mundial del Comercio) podría significar una gran oportunidad para que Rusia alimente el impulso reformista, haga más seguro el ambiente, fortalezca el estado de derecho, reduzca la corrupción y restrinja la presencia estatal en la 'economía'.

Así lo dedujo la junta del Fondo Monetario Internacional tras examinar el informe de los inspectores del Fondo al término de la actual misión.

Las perspectivas rusas a corto plazo son de un crecimiento moderado de alrededor del 4% tanto a finales de 2012 como a lo largo de 2013.

La inflación, por su parte, repuntará hasta el 6,5% también por el aumento de tarifas a mediados de año. El superávit, sin embargo, debería disminuir. El balance de movimientos de capitales debería seguir siendo negativo, pero en niveles más contenidos.

Es importante para Rusia, continúa el FMI, gestionar la demanda interna con el fin de evitar un sobrecalentamiento a corto plazo; mientras que para el mediano plazo, Rusia debe lograr el crecimiento del país, manteniendo la estabilidad a nivel macroeconómico, y sobre todo implementar reformas ambiciosas y sobre todo decisivas: como la equidad entre generaciones y la reforma de las pensiones.

El Fondo, por tanto, promueve la nueva disciplina presupuestaria propuesta por Rusia, que libera a la economía de la tendencia del petróleo.

Pero es necesario fortalecer el "Fondo de Reserva".

También Rusia, en su nueva política financiera: el campo cambiario será más flexible, y la política monetaria estará enfocada a controlar la inflación. Este último es "un mayor endurecimiento gradual de la política monetaria para contener las presiones de tendencia y anclar las expectativas".

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