comparte

Rossi y Ducati en la encrucijada, pero Vale ya no es la misma

La historia de Valentino Rossi con Ducati parece ominosamente dirigirse hacia un callejón sin salida. Actuaciones poco convincentes y un equipo que parece no creer más en él. El de hoy parece un pálido doble de Valentino Rossi de sus mejores años. Señalas que la historia con Ducati ha llegado a su fin.

Rossi y Ducati en la encrucijada, pero Vale ya no es la misma
No estamos en el colapso, pero los crujidos están ahí. Y dan miedo. La historia de Valentino Rossi con Ducati parece ominosamente dirigirse hacia un callejón sin salida. ¿De quien es la culpa? ¿Y por qué? Preguntas casi ociosas cuando se trata de dos íconos nacionales. De dos sujetos que dieron lo que dieron al motociclismo. Y una respuesta a la terrible pregunta, la que el 99% de los entusiastas de las dos ruedas de Italia (y más allá) nunca hubiera querido hacerse, viene directamente de Ducati. “La historia de Vale habla por él - filosofaba el director técnico Preziosi ya tras las primeras pruebas en Qatar, escenario el pasado fin de semana de la primera temporada de Moto GP. Y por tanto, si estamos en este punto (de baja competitividad, ndr) es culpa nuestra”.
¿Real? No en realidad no. Y no solo porque, con esta Ducati 2012 nacida del vuelco de la tradición técnica de la casa boloñesa, y precisamente para satisfacer las peticiones de Vale que no estaba a gusto con el motor de apoyo del pasado, su compañero de equipo Nicky Hayden está haciendo mal, pero menos peor que su socio más famoso (y sobrepagado). Pero como, casi como respuesta al aguante del equipo, a su casi obstinado aguante frente a los tiempos aún más cercanos de los pilotos de Yamaha y Honda, Rossi, poco después, respondió con tono derrotista.
Ahora bien, no estamos en posición de criticar a Vale y su decepción posterior a Qatar. Décimo, a medio minuto del ganador, Lorenzo que ya no parece ser el habitante de las pesadillas de Rossi, sino el amo. Incluso más lento que el mencionado compañero de equipo Hayden. Había suficiente para hacerlo soltar. Pero no permitirle sisear esas terribles medias frases como “¿Esperanza? Ese ya lo terminamos el año pasado”. O, peor aún: “¿Hayden? Si hubiera ido como él, podría haber terminado sexto. Y no estoy aquí para aspirar al sexto lugar…”.
Frases, incluso para los grandes fans del ex fenómeno Tavullia, más que desagradables. Frases que hacen temer un desprendimiento de la mítica armadura del hombre, incluso antes que la del piloto. 
Y aquí, quizás, estamos en el punto. Porque el Valentino Rossi de hoy ni siquiera parece el pariente lejano del Valentinorossi de hace un tiempo. Demasiadas ganas, quizás inconscientes, de defenderse antes de colaborar. La respuesta es ácida, casi siempre, cuando una pregunta, tal vez incluso generosamente arrebatada, acaba comparándolo no sólo como el habitual compañero incómodo de Hayden, sino con Lorenzo, aplanadora con la Yamaha, o con el Stoner que en cambio -con el comparación a distancia con Vale- casi parece divertirse. Porque Stoner, recordemos, con esta Ducati rapidísima pero ultradifícil de pilotar, con ese famoso bastidor de soporte que Vale empujó a archivar a favor del nuevo bastidor de aluminio del 2012, ganó.
¿Adónde ha ido el equipo masculino de Valentino Rossi? ¿Qué pasó con esa mezcla primordial de puro genio del motociclismo y dotes casi mágicas en el campo de la táctica, la estrategia y la motivación? Un prodigio de habilidad y sensibilidad; un milagro de desparpajo que supo, hace unos años, dejar de la nada a la rica y ultrapotente Honda que le había dado los primeros campeonatos del mundo en la categoría reina, prefiriendo la Yamaha y transformándola en cuatro y cuatro ocho del Calimero de las carreras modernas con un nuevo caballo alado con el que comprar hasta otros títulos.
En estos días, no parece haber rastro de ese Valle. Y ante la duda de quién, entre él y Ducati, tiene más culpa del polvoriento 2012 que les espera a ambos, la balanza se inclina más hacia Tavullia. Con una duda aún más insoportable que presentamos aquí con unas pocas palabras casi a la carrera: de aquel choque en Mugello, de aquella mala fractura de junio de hace dos años, huellas de Valentinorossi como lo hemos idolatrado durante años, ¿no? recuerda más. Y mientras tanto seguía el motociclismo. Y los Lorenzo y los Stoners han aprendido que se puede ganar aunque no sea por casualidad, aunque no sea gracias a un tal Valentinorossi. Y es quizás precisamente aquí donde debe buscarse la solución del misterio.

Revisión