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Roma, Ignazio Marino cede a las presiones del Partido Demócrata y dimite como alcalde

El alcalde de Roma, Ignazio Marino, ha dimitido tras una larguísima jornada de presiones políticas por parte del PD y la oposición. – “Desde el principio ha habido una ruidosa actividad encaminada a subvertir el voto democrático de los romanos” – Roma estará gobernada por un Comisario extraordinario hasta las próximas elecciones de primavera.

Roma, Ignazio Marino cede a las presiones del Partido Demócrata y dimite como alcalde

Finalmente se dio por vencido. Tras una de las jornadas políticas más largas que puede recordar la Capital, el alcalde de Roma ha dimitido a la que todo el mundo le pide desde esta mañana. Ignazio Marino ya no es alcalde de Roma. El anuncio oficial llegó recién a las 19.30 horas de esta noche cuando ahora parecía que la única forma de hacerle abandonar el escaño que ocupaba en el Capitolio era la desconfianza por parte de los concejales del Partido Demócrata y la oposición.

Al final, sin embargo, el ahora exalcalde se dio cuenta del aislamiento político en el que se había sumergido y se fue: “En estos dos años he marcado cambios de época, he cambiado un sistema de gobierno basado en la aquiescencia de los lobbies, incluso de los poderes criminales. No sabía (nadie sabía) cuán grave era la situación, hasta dónde había llegado la mezcla político-mafiosa. Este es el desafío ganado”, escribió Marino en una carta abierta a los romanos.

“Todos mis esfuerzos han provocado una reacción furiosa. Desde el principio -continuó Marino- ha habido una ruidosa actividad en un intento de subvertir el voto democrático de los romanos. Esto ha tenido espectadores desatentos incluso entre quienes deberían haber apoyado esta experiencia. Hoy esta agresión alcanza su clímax. Las condiciones políticas de hoy me parecen diluidas, si no ausentes. Por eso hice mi elección: presento mi renuncia". Una decisión que, sin embargo, según sus palabras, puede no ser definitiva: “Sin embargo, la dimisión puede retirarse en un plazo de veinte días”, concluyó el ex alcalde.

La presión sobre Marino fue demasiado fuerte para llegar a una conclusión diferente: primero la desconfianza por parte del Partido Demócrata (del secretario Renzi al presidente Orfini), luego las protestas de la oposición y la renuncia de tres concejales, Stefano Espósito, Marco Causas y Luigina Di Liegro.

Ahora Roma ya no tiene alcalde, aunque según la ley, la dimisión tardará 20 días en ser definitiva. En esta coyuntura, la Giunta, el Concejo y el propio Alcalde conservarán las facultades de administración ordinaria. Vencido el término establecido, por decreto del Presidente de la República, a propuesta del Ministro del Interior, se disolverá el Concejo Municipal y la Capital será gobernada por un Comisario designado por el Prefecto hasta las próximas elecciones que coincidir con la primera vuelta electoral prevista por la ley. Lo que significa que, con toda probabilidad, la próxima primavera, los ciudadanos romanos tendrán que elegir un nuevo alcalde.

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