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Roma y Nápoles, no es hora de rendirse

A pesar de la fuerte brecha de la Juve, la carrera por el Scudetto aún no ha terminado, pero Roma y Nápoles deben creer en ello y no rendirse. Hoy, los Giallorossi de Spalletti reciben a Toro, que quiere levantar la cabeza, mientras que Napoli intenta olvidar a Madrid enfrentándose a Chievo.

Roma y Nápoles, no es hora de rendirse

Créalo todo el camino. La consigna para Roma y Nápoles es esta, incluso en un momento en que la Juventus parece haberse escapado (+10 contra los Giallorossi, +12 contra los Azzurri) y el Scudetto, en consecuencia, solo un espejismo. Sin embargo, ceder el golpe sería muy peligroso, primero porque aún quedan 14 jornadas de campeonato y luego porque corren muy atrás y no esperan a que nada más pueda insertarse. Y luego contra Turín y Chievo (15:3) será necesario sumar XNUMX puntos, de lo contrario corremos el riesgo de poner en peligro sus respectivas posiciones en el podio. “Tenemos que tener cuidado, no tenemos otro resultado que la victoria – pensó Spalletti. – No hay que olvidar el partido de ida, aunque este será diferente. En ese momento las granadas estaban en espléndidas condiciones y nosotros no estábamos en nuestro mejor momento. La diferencia la hizo la aplicación, ahora será otra historia”. En comparación con entonces, de hecho, muchas cosas han cambiado: la Roma ha encontrado solidez y continuidad en los resultados, mientras que Toro ha renunciado un poco al golpe, abandonando efectivamente sus ambiciones europeas al comienzo de la temporada. Sin embargo, la Europa League podría encargarse de nivelar los valores, que vieron a los giallorossi empeñados el jueves en un partido importante y caro, aunque ganado a lo grande.

Es por eso que Spalletti necesariamente hará una rotación, de lo contrario podría correr el riesgo de permanecer en la reserva antes del final del partido. El 3-4-2-1 debería prescindir de elementos importantes como Manolas y Strootman, dejados descansar para recargar pilas, en virtud de elementos menos utilizados pero aún vigentes. En defensa, por delante de Szczesny, espacio para Rudiger, Fazio y Juan Jesus, con Bruno Peres, De Rossi, Paredes y Mario Rui en el centro del campo, Nainggolan y Perotti en el trocar por detrás de Dzeko. 4-3-3 en cambio para Mihajlovic, que responderá con Hart entre los palos, Zappacosta, De Silvestri, Moretti y Barreca atrás, Benassi, Lukic y Baselli en el centro del campo, Iago Falque, Belotti y Ljajic en ataque. Si la Roma necesita ganar, lo mismo puede decirse del Napoli, de hecho aquí, si cabe, la necesidad es aún más urgente. Los azzurri llevan tiempo en el punto de mira del Inter, además la derrota en Madrid ha dejado importantes secuelas en un ambiente dividido por las declaraciones de De Laurentiis, que arremetió contra Sarri ya en la sala de prensa del Bernabéu. Será por ello que el club, quizás lamentando tanto clamor, haya decidido encerrar a la víspera veronesa con un silencio lleno de sentido, como para proteger al técnico después de haberle deslegitimado claramente. No obstante, este último seguirá su camino sin cambiar un ápice la filosofía que le ha acompañado en estos dos años a la sombra del Vesubio: los mejores están en el campo, sin lógica de pérdidas si no mínimamente. Y por tanto la formación de Bentegodi será casi la misma que se ve en el Bernabéu, con Reina en la portería, Hysaj, Albiol, Koulibaly y Ghoulam en defensa, Zielinski (favorito sobre Allan), Diawara y Hamsik en el centro del campo, Callejon, Pavoletti (el único verdadero noticia del día) e Insigne en ataque. Sistema de juego similar para Maran, que responderá con Sorrentino en la portería, Cacciatore, Dainelli, Gamberini y Gobbi atrás, Rigoni, Radovanovic y Hetemaj en el centro del campo, Birsa detrás de la pareja de ataque Meggiorini-Inglese.

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