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Roma y Nápoles, todo se juega en el gran partido del Olímpico

Esta noche en el Olimpico los equipos de Spalletti y Sarri se juegan los tres puntos: la Roma debe ganar para seguir en la lucha por el Scudetto pero el Napoli debe evitar una cuarta derrota consecutiva si no quiere arruinar toda la temporada.

Roma y Nápoles, todo se juega en el gran partido del Olímpico

Una temporada en unos días. Hoy comienza el punto de no retorno para Roma y Nápoles, enfrascados en el primer avance de la jornada 27 (15 horas) en la dársena del estadio olímpico. Un partido muy delicado para ambos, una especie de punto de inflexión decisivo para entender cómo será la continuación de la temporada. Los giallorossi juegan mucho, obligados a ganar para seguir la estela de la Juve y, sobre todo, asegurar el segundo puesto, más aún los azzurri, llamados a reaccionar para no arriesgarse a perder ni el último escalón del podio. Además de los puntos, la serenidad está en juego, un factor nada secundario en dos entornos propensos al entusiasmo fácil pero también a las crisis nerviosas. El Napoli, por ejemplo, no ha vuelto a ser el mismo desde el Madrid: victoria ante el Chievo, todo bien, pero sobre todo derrotas ante el Atalanta y la Juventus, esta última seguida de un goteo de polémicas que no presagian nada bueno. La oscuridad también en casa en Roma: el éxito de San Siro había incendiado la plaza, la derrota en el derbi definitivamente la enfrió. En definitiva, esta tarde no habrá lugar para errores de ningún tipo y la discusión, ça va sans dire, se aplica a ambos.

“Sabíamos el ciclo que nos esperaba pero estamos listos – explicó Spalletti en la rueda de prensa. – Es un partido delicado y difícil, habrá que saber sufrir, defender y entender el momento adecuado para empujar. Ya he dicho todo sobre el equipo de Sarri, ahora toca jugar y lo haremos en igualdad de condiciones". En cambio, ningún comentario desde Nápoles, donde el silencio, al margen de la post-Copa de Italia de Giuntoli, sigue reinando. Una elección extraña para los Azzurri: protegerse a sí mismos de las controversias y luego alimentarlas con arrebatos y tweets decididamente coloridos. Veremos si el partido de hoy puede cambiar algo también en virtud de la presencia en la grada de De Laurentiis, que ha regresado de Los Ángeles y está dispuesto a volver a abrazar (?) a Sarri tras el último partido-choque en Madrid. Por lo demás, hablará el terreno de juego, con dos equipos volcados en el ataque y dispuestos a desafiarse abiertamente. Spalletti, tras la minirroba del miércoles, volverá al once tipo, por tanto 3-4-2-1 con Szczesny en la portería, Manolas, Fazio y Rudiger en defensa, Bruno Peres, De Rossi, Strootman y Emerson en el centro del campo, Salah y Nainggolan en apoyo del solitario delantero Dzeko. Sin pérdidas ni siquiera para Sarri, quien a pesar del desafío que se avecina con el Real Madrid presentará la mejor formación posible. Su 4-3-3 verá por tanto a Reina en la portería, Hysaj, Albiol, Koulibaly y Ghoulam en la zaga, Zielinski, Diawara y Hamsik en el centro del campo, Callejon, Mertens e Insigne en ataque.

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