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Renzi entre visita relámpago a Irak y ralentización de pensiones

Visita relámpago del primer ministro Matteo Renzi hoy en Irak mientras las comisiones parlamentarias debaten la propuesta del Gobierno de enviar armas a los kurdos - Pero, más allá de las emergencias internacionales, lo que sostendrá el terreno son las próximas intervenciones del Gobierno en política económica y en particular lo que se está ventilando sobre las pensiones más altas en las que Renzi se está reteniendo

Renzi entre visita relámpago a Irak y ralentización de pensiones

Visita relámpago hoy del primer ministro Matteo Renzi a Irak (primera parada Bagdad) mientras las comisiones parlamentarias serán informadas y discutirán la voluntad del Gobierno de suministrar armas a los kurdos en el durísimo conflicto contra los extremistas islámicos que ensangrienta Irak y que probablemente lo dividirá en tres partes.

Pero, más allá de las tensiones internacionales que siguen manteniendo viva la atención del mundo interno también sobre Gaza (donde se ha roto la tregua) y en Ucrania, prevalecen las acciones del Gobierno en materia de política económica y, en particular, la intención manifestada por el Ministro de Bienestar Giuliano Poletti Recortar las pensiones más altas (superiores a 3.500 euros al mes) con una nueva aportación extraordinaria. Los sindicatos se levantaron ayer sobre esto pero fue sobre todo Renzi quien frenó, desmintiendo en parte al propio Poletti y descartando que haya planes para recortar las llamadas pensiones de oro. Primero – dijo el primer ministro – tenemos que pensar en la reforma de la justicia, la escuela y las obras que se abrirán para crear puestos de trabajo con el llamado Sblocca-Italia. Tres medidas que estarán en la agenda del Consejo de Ministros del 29 de agosto.

A pesar del parón de ayer y a pesar de las claras divisiones surgidas al respecto también en el Partido Demócrata (Viceministro Morgando estigmatizó duramente la salida de Poletti), el capítulo de las pensiones no puede sin embargo darse por cerrado y habrá que esperar a la próxima Ley de Estabilidad para entender qué pretende realmente hacer el Gobierno, mientras la oposición y los sindicatos están en pie de guerra.

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