Al final, ni siquiera el 30% de los votantes marcó el "sí" en la boleta de oro. La pregunta se refería a la obligación del banco central suizo de comprar oro hasta que tuviera una cantidad que fuera al menos igual al 20% de sus reservas totales de divisas. La victoria del sí habría requerido la compra, a lo largo de cinco años, de más de 1600 toneladas de metal precioso.
El presidente del Banco Nacional Suizo ya se había pronunciado contundentemente en contra de una medida que habría limitado el margen de maniobra de la propia institución, sin reportar ningún beneficio particular. Los promotores del referéndum (que fueron acompañados de otras dos preguntas, también rechazadas por el electorado) se quejaron de la falta de seguridad que ofrecen las reservas en las que se acumula sobre todo el euro, moneda que desde luego no ha brillado en los mercados de divisas en los últimos meses.
En los próximos días podemos esperar una nueva baja en los precios del oro, debido a que algunos inversionistas en las últimas dos semanas se habían protegido con algunas compras, en caso de una victoria del sí, lo que habría acelerado la demanda en el mercado físico de metales.
La victoria del "no" fue casi obvia, como lo fue el jueves en Viena la posición de Arabia Saudita, que descartó recortes de producción por parte de la OPEP destinados a sostener los precios del crudo. Por regla general, los mercados se anticipan a las decisiones, para luego fijar valores de equilibrio. En este caso no parece ser así: el panorama económico mundial no es alentador y la demanda de energía crece a un ritmo reducido, como demuestra la caída de los mercados del petróleo en la última sesión de la semana.
Precisamente la caída del crudo, que aleja aún más cualquier hipótesis de aumento de la inflación en el tiempo, debería combinar su efecto con el del referéndum suizo, llevando así al oro hacia un rango en torno a los 1150 dólares la onza, salvo un debilitamiento inesperado del dólar ( la semana terminó el viernes por la noche en Nueva York con la cotización en 1175,20 dólares). Pero posteriormente, la amplia liquidez del sistema económico podría volver a orientarse hacia los activos de refugio seguro, incluso si, en ausencia de inflación, la necesidad de un refugio seguro se siente mucho menos.
