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Rai, mejor la prorogatio que los nombramientos a Gasparri: la oportunidad perdida de la reforma

El Gobierno está desaprovechando una oportunidad única para reformar la Rai - Renovar la alta dirección con los viejos criterios de la ley Gasparri es un absurdo: hubiera sido mejor una prórroga del actual consejo de administración para iniciar un debate en profundidad sobre la función pública dirigido a un cambio real – El giro del primer ministro plantea muchas dudas: aquí están las

Rai, mejor la prorogatio que los nombramientos a Gasparri: la oportunidad perdida de la reforma

Como si hubiera algún tipo de maldición. Siempre que los tiempos prevén una posible intervención radical de reforma rai algo eventualmente lo arruina todo.

Y también lo es nuestra toma de decisiones y el despido del primer ministro, después de argumentar con razón que Rai es una empresa cultural demasiado importante para ser cambiada con el ley gasparri, se batió en retirada y se apoyó en la vilipendiada legislación para renovar la alta dirección. Es difícil entender el significado de tal decisión. No había una urgencia imperiosa. El BoD saliente ya ha planificado la temporada de otoño y fácilmente podría haber gestionado una extensión destinada a permitir un debate en profundidad sobre el significado y la importancia del Servicio Público.

Además. Entre las muchas reformas anunciadas, la de Rai habría permitido cambiar de verdad el país con costes bajos y un balance final positivo. Obligar a todos a reflexionar sobre el significado de nuestro estar juntos y sobre cómo contarlo habría desencadenado un proceso virtuoso que podría haberle devuelto el alma a una comunidad que la ha perdido, cambiando realmente su "dirección". Pero justo cuando tenía esta carta en sus manos para jugar, se produjo un cambio de rumbo, decisivo y poco encomiable. ¿Por qué? Adentrarse en el laberinto de las reconstrucciones del detrás de cámaras no tiene ningún sentido. Las motivaciones tácticas se pueden encontrar a montones y cada una es de alguna manera consistente con una necesidad inderogable. El hecho es que ciertas oportunidades nunca se repiten con la misma fuerza y ​​el mismo potencial de cambio. ¿Reflexionando sobre la reforma Rai hoy? habría obligado a todos, absolutamente a todos, a pensar en el cambio efectivo del país en vísperas, además, de la expiración de la convención que asigna a Viale Mazzini la tarea de ejercer el servicio público de radio y televisión. Ahora llegaremos a la cita con las manos vacías, con un Rai incapaz de jugar un papel central, conductor y por tanto sujeto a cualquier tipo de agresión en cuestión. Salvo que ese sea precisamente el objetivo de la Premier además de ensombrecer de algún modo en algún fugaz "paso" a la "Leopolda". Pero reducir el perímetro de Rai puede, como máximo, proteger a algunos sujetos privados, más o menos amigos, y ciertamente no hacer que el país cambie de rumbo.

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