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Quintana firma la contrarreloj cuesta arriba al vencer a un extraordinario Aru

El colombiano pone su sello en el Giro mientras que el sardo, ya tercero en la clasificación, amenaza la segunda plaza de Urán. Pozzovivo y Rolland se defienden pero se alejan del podio. Fuertes retrasos para Maika, Evans y Kelderman. Hoy los últimos fuegos con la llegada a la cima del tremendo Zoncolan

Quintana firma la contrarreloj cuesta arriba al vencer a un extraordinario Aru

Quintana pone su sello en este Giro, Aru en el del futuro. La sentencia de la contrarreloj cuesta arriba del Monte Grappa es definitiva aunque todavía falta el Zoncolan de hoy. Las brechas que el colombiano de la camiseta rosa y el joven sardo del Astana han impuesto a todos los demás son abismos irremediables. El Giro ya ha encontrado a su maestro en el andino colombiano que ayer le devolvió la victoria con una victoria que da más profundidad a su maillot rosa. Nacido Grimpeur, Quintana encontró solo en Aru al único rival que luchó contra él por el éxito hasta el final.

El líder de Movistar confirmó los vaticinios que le otorgaban el superfavorito en la víspera del Giro, pero es Aru quien ha superado todas las expectativas: una concentración de tesón, fuerza y ​​juventud que iluminaba electrizante el Giro día tras día. Impresionante la facilidad con la que el sardo, en el tramo final más duro de la subida a la montaña que recuerda a la Gran Guerra, alcanzó y soltó a Rafal Maika que había partido tres minutos antes que él. Sus últimas curvas cerradas fueron una explosión de energía: en meta marcó un tiempo 1'40” más bajo que Rolland y más de dos minutos mejor que Pozzovivo. Una actuación que, tras la hazaña de Montecampione y el tramo perentorio en el Refugio Panarotta, da la dimensión del valor de este corredor que a principios de temporada era un simple seguidor de Nibali y Scarponi.

Aru también estuvo cerca de ganar la contrarreloj de ayer y tras él Rigoberto Uran, esperado en la última convocatoria para volver a la plantilla, marcó un tiempo 1'09” superior al sardo. Sólo faltaba Quintana que, al enterarse del excepcional tiempo de Aru, comenzó a dar vueltas con las piernas, subiéndose a los pedales de vez en cuando, en medio de un ondear de banderas colombianas. En juego estaban un puñado de segundos entre él y Aru en la jornada en la que Kelderma y Evans se rezagaron por más de 4 minutos y Hesjedal por más de 5. Mientras se esperaba la llegada del maillot rosa, ya estaban los primeros relatos del terremoto. realizándose en la cima del Monte Grappa. Aru había superado a Rolland por casi dos minutos para asegurar el tercer lugar y estaba a solo 41 segundos del segundo lugar, Uran.

Durante 17 segundos Quintana le voló la victoria, silenciando cualquier polémica sobre la legitimidad de su liderazgo. Es el más fuerte de todos, uno que si mejora el ritmo en las contrarreloj, puede competir a la par de los grandes nombres de las carreras por etapas, amenazando la supremacía de Froome, Contador y Nibali. También va por buen camino Aru, auténtica baza del ciclismo italiano que se espera hoy en la Zoncolan en la última subida: la de socavar a Urán desde la segunda plaza, quizás batiéndose a duelo con Quintana por el triunfo de etapa. Son los últimos fogonazos de un Giro que parecía reservarse poco para el pedal azul y que en cambio le otorga el probable campeón de un futuro próximo.

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