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Cuando los chinos sean demasiado viejos… los futuros problemas demográficos de Pekín

La dictadura de los "pequeños emperadores", los hijos únicos, ha revolucionado la sociedad china - En 2022 el mercado laboral estará saturado: por cada nuevo anciano que deje su trabajo, no entrará ningún nuevo joven - El principal problema es cómo se financiarán las pensiones, porque Beijing no tiene planeada una reforma del bienestar.

Cuando los chinos sean demasiado viejos… los futuros problemas demográficos de Pekín

Llegará el día del juicio final demográfico para China 2022. A partir de entonces, por cada nuevo jubilado ya no habrá un nuevo joven que se incorporará al mercado laboral. Hasta entonces, la población activa aumentará alrededor de un 1% de media. Pero en diez años comenzará a disminuir inexorablemente al mismo ritmo (-1% anual a partir de 2023). Si bien es un problema común en las sociedades occidentales, el envejecimiento al que se enfrenta China tiene algunas características únicas.

Ni crecimiento, ni dinero. La población es, por tanto, el gran reto de China en los próximos años. La fábrica del mundo vive en pleno empleo, ve subir los salarios y fortalecerse la industria. Pero el redistribución de la riqueza y un sistema de bienestar social bien distribuido en todo el país no parece estar entre las prioridades de Beijing.

El rápido aumento de la población anciana es consecuencia de la política del hijo único introducida por Beijing a fines de la década de 70. Aunque se han concedido amplias exenciones y sólo el 36% de las familias hoy están sujetas a la regla estricta (en el campo está muy extendida la posibilidad de tener un segundo hijo). Pero como explica Isabelle Attané, investigadora del Instituto Nacional Francés de Demografía (Ined), es una nueva dictadura, la de los “pequeños emperadores”, hijos únicos, que han revolucionado el estilo de vida y la cultura de los chinos y cuyas consecuencias pesarán sobre todo el sistema. 

¿Y cómo se financiarán los futuros jubilados? Con la apertura de China a una economía de mercado, los extrabajadores, a quienes el Estado les garantizaba previamente pensiones públicas, han tenido que empezar a pensar por su cuenta en sus ahorros. La otra fuente principal de seguro era la familia, pero con la urbanización, la migración interna y la política del hijo único, esta forma de protección social se ha vuelto cada vez más precaria.

 

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