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Pensiones cada vez más pobres, por eso

INFORME ELABORADO POR CUPLA EN COLABORACIÓN CON EL CER - En Italia las condiciones de miseria social de los pensionistas se han incrementado drásticamente, llevando a 7,4 millones de pensionistas, el 44% del total, a vivir en semi-pobreza - Las razones: la creciente carga del recaudador de impuestos , pero sobre todo el mecanismo de ajuste de las pensiones a la inflación.

Pensiones cada vez más pobres, por eso

Las condiciones de precariedad social y empobrecimiento de los pensionistas en los últimos años se agravan cada vez más debido a la presión fiscal ya la insuficiente adecuación de las pensiones al coste de la vida. Así lo afirma el informe "Políticas fiscales, indexación y empobrecimiento progresivo de las pensiones" elaborado por CUPLA en colaboración con el CER -Europe Research Center- y presentado hoy en Roma.

Según el informe, el aumento de los recargos locales y la no recuperación del drenaje fiscal han mermado el poder adquisitivo especialmente de los 7,4 millones de pensionistas, el 44% del total, que viven en la semipobreza con una pensión bruta inferior a 1.000 euros mensual.

El empobrecimiento de los pensionistas no es sólo un efecto de la creciente carga fiscal. El mecanismo de ajuste anual del valor de las pensiones a la inflación no ha protegido ni las pensiones de bajo valor, ni las pensiones de mediano y alto valor.

El área de penuria crece principalmente entre los pensionistas más pobres, por el solo efecto del gravamen fiscal, las pensiones más bajas han sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 4%. Además, las pensiones de los más pobres están ahora más de tres puntos porcentuales por debajo de la línea de pobreza absoluta. Un desfase determinado íntegramente en los últimos diez años. Las pensiones superiores a 1.500 € ya no disfrutan de una recuperación total de la inflación. La pérdida resultante con respecto a la evolución de los precios al consumidor es sustancial, oscilando entre el 2 y el 7%. La reducción del poder adquisitivo fue particularmente pronunciada en 2010-2013, es decir, en el punto álgido de la crisis económica. En el futuro, las medidas introducidas con la ley de finanzas de 2014 acentuarán aún más la pérdida de valor de las pensiones.

Ante esta situación, detallada en el informe, las soluciones que CUPLA propone al Gobierno en nombre de los más de cinco millones de pensionistas representados, son claras y de máxima urgencia.

En primer lugar la propuesta de CUPLA es por ajustar progresivamente las prestaciones mínimas de pensión hasta el 40% de la renta media nacional, es decir, de 500 a 650 euros mensuales, como nos pide, además, la carta social europea.

Para defender las pensiones, especialmente las más bajas, también se debe prestar más atención al mecanismo de indexación. El aumento del costo de los servicios de salud, de las residencias de ancianos, del costo de acceso al sistema nacional de salud afecta en mayor medida a los jubilados que al resto de la población. Estos elementos deberían encontrar un mayor reconocimiento en el sistema de ajuste de pensiones.

La reducción de la cuña fiscal prevista únicamente para los trabajadores con un salario mensual de hasta 1.500 euros, que han recuperado 80 euros al mes, debe extenderse también a los pensionistas a partir de los tramos de renta más bajos. CUPLA considera que limitar la intervención únicamente a los empleados es una medida injusta y no acorde con el objetivo declarado por el Ejecutivo de apoyo social y reactivación del consumo. Además, esto ampliaría la brecha ya existente entre trabajadores y pensionistas sobre la participación de los ingresos exentos de impuestos (sin área fiscal). Es por ello que CUPLA considera que para restablecer un mínimo de equidad y justicia social, la ampliación de la zona libre de impuestos a por lo menos 13.000 euros (cantidad equivalente al doble del tratamiento mínimo anual de las pensiones del INPS) puede ya no se pospone.

Por último, CUPLA pide al Gobierno y a las administraciones locales que prevean deducciones a efectos del pago de la Tasi para las personas mayores que vivan solas en su propio domicilio y tengan ingresos por debajo del doble del mínimo de tratamiento (13.000 euros) si es sencillo o del triple del mínimo de tratamiento ( 19.500 euros) en pareja, y excluir del impuesto a las personas mayores que no sean autosuficientes u hospitalizadas en residencias de ancianos

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