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¿Jubilación a los 62? Cuánto cuesta y a quién le preocupa el efecto Salvini

El viceprimer ministro de la Liga Norte, Salvini, propone cambiar de nuevo las pensiones bajando la edad a los 62 años y las cotizaciones a los 38: si se aceptara su idea, afectaría a entre 350 y 400 mil jubilados pero con un impresionante aumento de costes que supera los 11 mil millones

¿Jubilación a los 62? Cuánto cuesta y a quién le preocupa el efecto Salvini

¿Se hará finalmente justicia en la ley de presupuesto para 2019? Ellos estarán cortar las pensiones de oro de esos gorrones que superan los 4 mil euros netos al mes? Incluso en este tema, que ha alimentado más allá de todos los límites esa envidia social que se ha convertido en el sentimiento dominante de nuestra vida (in)civilizada, las fuerzas de la mayoría están divididas. Y, sin embargo, por muy atentos que digan estar al contenido del contrato, tendrían algo para orientarse, aunque vagamente.

leamos juntos el dispositivo. “Para una mayor equidad social, también creemos que es necesario intervenir encaminado a recortar las llamadas pensiones de oro (por encima de 5.000,00 euros netos al mes) no justificadas por las cotizaciones pagadas”. En verdad, en estas pocas y lacónicas líneas sólo hay dos aspectos que parecen claros: el recorte debe aplicarse a los tratamientos que excedan el límite indicado (posteriormente reducido a 4 mil euros netos); sólo se verían afectados los servicios no justificados por las cotizaciones.

Para las modalidades técnicas de la intervención la dirección no está clara, si bien las frecuentes referencias al recálculo han hecho creer que el modelo a seguir también para las pensiones de oro habría sido el adoptado en la manipulación de las rentas vitalicias de los exdiputados. Luego, a principios de agosto, el Pdl (AC 1071) conquistó la escena en la pista Circus Barnum con la firma conjunta de los dos líderes de grupo de la mayoría en la Camera D'Uva (por el M5S) y Molinari (por el Liga).

No tomó mucho para darse cuenta de que el recálculo (incluso si se proclama a todo volumen) nno tuvo en cuenta las cotizaciones pagadas, sino la edad de jubilaciónacabando, de hecho, por penalizar retroactivamente aquellas prestaciones de antigüedad en defensa de las cuales la Liga había derribado dos gobiernos (en 1994 y 2011) así como los futuros, los mismos a favor de los cuales el contrato de gobierno prevé un cambio de parte sustancial de la reforma Fornero (las ahora conocidas cuota 100 y cuota 41).

Siempre que superen los 80 euros brutos anuales y por las fracciones pagadas con el cálculo del salario. Las críticas más duras a este proyecto provinieron de un experto en giros postales cercano a la Liga como Alberto Brambilla, que, bajo la égida de Itinerari previdenziali, publicó el 14 de agosto una nota redactada junto con Gianni Geroldi y Antonietta Mundo. Basta leer la premisa del documento para comprender cuán radical es el disenso de los autores hacia el PDL D'Uva-Molinari.

Premisa - El recálculo de las denominadas pensiones de oro o privilegiadas, aplicando el método de cálculo de cotización, tal y como prevé el Proyecto de Ley (PdL) presentado por la Lega y el M5S el 6 de agosto de 2018, en su artículo 1, no es en absoluto un recálculo pero sólo una reducción de las pensiones en función de la relación entre los coeficientes de transformación relativos a la edad efectiva de jubilación y los relativos a la edad de jubilación establecidos en el cuadro A, adjunto a la PdL; en la práctica toda la operación se basa exclusivamente en edades de jubilación con fuertes penalizaciones para las pensiones de vejez y las de 40 años de aportes. Todo ello implica una remodelación retroactiva de las normas y es por tanto una operación que puede presentar quebrantamiento de la certeza de la ley y perfiles de inconstitucionalidad. Además, especialmente para las pensiones a partir de 2019, el punto de referencia son los requisitos establecidos en la reforma Fornero, precisamente la que los dos partidos de gobierno querían cancelar y que en cambio se refuerza aún más en peius. Finalmente, definir estos beneficios como dorados o privilegiados, además de ser técnicamente incorrecto, tiende a hacerlos percibir como una injusticia y, por tanto, socava la cohesión social, factor indispensable en una sociedad compleja como la actual.

La propuesta alternativa es un aporte solidario al que estarían sujetas todas las pensiones a partir de 2.000€ brutos mensuales (de los cuales el 0,40% se abonaría al fondo de autoabastecimiento y el resto al fondo de empleo) que crecería progresivamente hasta un 12%-15% para más elevado; el aporte se calcularía sobre la base de los tramos individuales de pensión (no sobre el monto total) y tendría una duración limitada de tres años, a fin de iniciar la constitución y funcionamiento de los citados fondos. Y no incurrir en la sanción de la Consulta.

Que sepamos, la iniciativa del Pdl parlamentario sobre las pensiones oro sigue "en espera de juicio", mientras que, en las últimas horas, ha cambiado la postura respecto a la determinación de la cuota 100, que debería anticipar la aplicación de la cuota 41. Matteo Salvini -una vez más invadiendo las facultades del Ministerio del Trabajo- declaró que no habrá límites de edad (mientras que se suponía una edad mínima de 64 años para acceder).

Lo cual, por supuesto, tiene un impacto en el alcance de la cobertura financiera requerida. Según Stefano Patriarca, titular de la consultora Tabula, permitir el acceso a la pensión con la cuota 100 (suma de edad y aportes, fijando en todo caso un mínimo de 35 años cotizados) podría costar 2019 millones en 11,5 para llegar a casi 15 cuando esté en pleno funcionamiento, el tercer año desde el inicio de la legislación.

En 2017, como explicó el propio Patriarca, el INPS pagó alrededor de 290.000 nuevas pensiones directas de seguridad social solo en el sector privado, incluidas alrededor de 160.000 pensiones de antigüedad. En promedio, los que se jubilaron anticipadamente tenían 61 años. “Si además de la cuota de 100 también se contemplara la posibilidad de salir con 41 años de cotizaciones sin importar la edad -concluyó Patriarca- el costo en el primer año sería de 12,3 millones y casi 16 millones cuando esté en pleno funcionamiento”.

La nueva legislación -según estimaciones del INPS- ampliaría la gama de tratamientos tempranos en 750 mil unidades ya en el primer trienio de aplicación. Pero cada día tiene su valor. Así que a las pocas horas Salvini disparó otro. Habrá una edad mínima pero a los 62 años. Esto quiere decir que a partir de los 38 años de cotización, a los 62, se podrá jubilar. Por lo tanto, habrá un mayor florecimiento de la jubilación anticipada. ¿Y los costos? Aquí están según las diversas hipótesis de la ferviente imaginación amarillo-verde.

Resumiendo. Con la nueva idea de Salvini, en 2019 serían 11,2 millones y una mayor cantidad de tratamientos entre 350 y 400 mil. Luego está la cuestión de la oportunidad. Ante la presentación de la ley de presupuesto, ¿tiene sentido respirar sin pensar en lo que se dice?

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