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Observatorio de los Costos de No Hacer: Financiar bien la infraestructura

Seminario en Roma del Observatorio de los Costes de No Hacer para desarrollar el análisis coste-beneficio en el ámbito de las infraestructuras que pueden encontrar espacio para un relanzamiento efectivo tras la aprobación del Código de Contratación pero que necesitan identificar proyectos de calidad

Durante más de una década, el Observatorio de Los costos de no hacer señala los beneficios y costos de las políticas de infraestructura en diferentes sectores de nuestro país. Durante mucho tiempo hemos estigmatizado el hecho de que muy rara vez se adoptan herramientas adecuadas para evaluar y seleccionar bien las opciones; y esto parece especialmente cierto en una situación de escasos recursos públicos y financiación privada (cajas de seguridad social, compañías de seguros, etc.) muy interesada en inversiones a largo plazo pero igualmente exigente en el análisis de iniciativas.  

La reforma del código de contratación, que ha despegado recientemente, es una oportunidad para relanzar herramientas adecuadas. El Análisis Costo-Beneficio (CBA) es el método más extendido en todo el mundo y en grandes instituciones internacionales tanto a nivel estratégico (cuando es necesario elegir entre infraestructuras alternativas) como a nivel de proyecto individual (cuando es necesario definir las características de una intervención). Mide y compara costos y beneficios relacionados directa e indirectamente con las inversiones.

Desarrollada en la década de 30 en los Estados Unidos, la CBA se ha extendido por todo el mundo; ha sido (y es) ampliamente utilizado en transporte, salud, justicia, defensa, educación y medio ambiente. Es ampliamente utilizado por las principales organizaciones internacionales como el Banco Mundial (Análisis Económico de Proyectos), la OCDE (Manual de Análisis de Proyectos Industriales) y el BEI (Evaluación Económica de Proyectos de Inversión en el BEI). Los principales países europeos, como Francia, Inglaterra, Alemania, tienen pautas reales para un uso correcto.

En Italia permanecimos estancados. La difusión es muy modesta, y muchas veces la aplicación es distorsionada e instrumental, distorsionando sus objetivos y socavando su credibilidad. E incluso la legislación que impondría la apelación hasta ahora ha sido sustancialmente ignorada. ¿Cómo?

Digamos enseguida que el CBA tiene objetivos muy importantes: verificar – en términos absolutos o en una comparación de varias opciones – la validez de un proyecto para la comunidad. El análisis, a través de la detección de impactos y su transformación en valores monetarios, tiene como objetivo:

• Maximizar el bienestar social (Welfare)

• Optimizar el uso de recursos escasos

• Destacar los múltiples impactos de construir la infraestructura

• Explicar/cuantificar los perfiles más importantes.

Sin embargo, el CBA, incluso perfeccionado a lo largo de los años, no conduce a verdades impecables e indiscutibles; Los principales problemas de aplicación se derivan del hecho de que:

• Está orientado hacia el futuro: por lo tanto, impone estimaciones, hipótesis y conjeturas cuestionables.

• Los impactos no siempre son (fácilmente) monetizables (por ejemplo, valor del medio ambiente, valor de la salud, valor de la vida, valor del tiempo).

• No siempre arroja luz sobre quién recibe daños del proyecto.

La subjetividad, por lo tanto, es inevitable. Puede dar lugar a valoraciones no "objetivas" o incluso de mala fe. En nuestra experiencia, las posibles soluciones radican en: a) utilizar parámetros generalmente aceptados (por ejemplo, en la elección de la tasa de descuento o el Valor del Tiempo-VTR) con la máxima cautela para evitar errores graves; b) en referencia a modelos de calidad (por ejemplo: sistema eléctrico, flujos de tráfico); c) en la elección de evaluadores con independencia, habilidades y competencias; d) en estar fuertemente anclado a la realidad ("ensuciarse las manos") evitando enfoques abstractos; d) en la transparencia de los supuestos/hipótesis utilizados.

Tratándose de numerosos casos, también se encuentran problemas típicos del sector, ejemplificados a continuación:

• Movilidad (ferrocarriles, carreteras, logística): estimación de GRP, impacto ambiental, salud y valor de la vida.

• Medio ambiente (residuos, agua, territorio): estimación del valor de las emisiones evitadas, estimación del valor del recurso hídrico, penalizaciones evitadas.

• Energía (electricidad, gas, fuentes renovables, eficiencia energética): construcción del escenario sistémico, supuestos de costos de las fuentes de energía, construcción de modelos de red y estimación/simulación de parámetros técnicos.

• Ultra banda ancha (BUL): estimación de los impactos en los distintos sectores (salud, educación, industria, etc.); medición de los impactos sistémicos generales.

Las especificidades descritas requieren modular el método en relación con los diversos sectores de infraestructura, aunque no se deben subestimar las interdependencias: por ejemplo, el desarrollo del BUL afectará cada vez más tanto al sector de la movilidad como al de la energía.

Para concluir, creemos que el riesgo asociado a la subjetividad de ninguna manera socava la relevancia del CBA. De hecho, cuanto más inciertas son las perspectivas, más necesario es construir escenarios alternativos para tomar las mejores decisiones. Sin embargo, queremos reiterar que el convenio colectivo sigue siendo una herramienta de gran importancia, pero sigue siendo una herramienta, y la decisión final corresponde a la "buena política".

Para relanzar el uso del CBA en Italia en el contexto de la revisión en curso de las políticas de infraestructura, el Observatorio promovió un seminario de estudio a puertas cerradas titulado: “Financiar bien la infraestructura. Análisis Coste-Beneficio y Proyectos de Calidad” que tendrá lugar en Roma el 28 de abril en el Auditorio Via Veneto (enlace para solicitar la inscripción al evento). Participarán representantes muy calificados del BEI, el Banco Mundial, los Ministerios de Finanzas e Infraestructura, Cassa Depositi e Prestiti y Arpinge (la empresa dedicada a las inversiones de algunos fondos de seguridad social).


Archivos adjuntos: Programa del seminario 28 de abril de 2016

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