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No-Triv: el referéndum fraudulento

Hay tres razones que sugerirían no ir a votar en el referéndum convocado por los no-Trivs: primero, en realidad la cuestión del referéndum no concierne a los simulacros; segundo, en la gran mayoría de los casos es gas, no petróleo; en tercer lugar, la consulta fue convocada solo para reafirmar el poder de las Regiones en temas energéticos

No-Triv: el referéndum fraudulento

Il referéndum contra la exploración y extracción de hidrocarburos en el mar Adriático es una auténtica estafa en perjuicio de los ciudadanos que, de buena fe, creían votar contra el peligro de contaminación de nuestras costas y por la protección del mar.

Aparte de las consideraciones económicas sobre la renuncia a inversiones y oportunidades de trabajo en un sector en el que Italia goza de una buena reputación en los mercados internacionales, hay tres razones que aconsejarían no ir a votar para no dar lugar a algunos estafadores que, en de manera instrumental, suscitan peligros inexistentes con fines puramente políticos, sin importar el daño que puedan causar al país ya sus ciudadanos.

En primo del local, la pregunta del referéndum no se refiere a los simulacros, como se suele decir, sino sólo la posible posibilidad de seguir explotando, en el momento de la extinción de la concesión, yacimientos que ya llevan algún tiempo en producción y que podrían continuar su actividad que se viene desarrollando desde hace muchos años sin ningún tipo de daño al medio ambiente, y por el contrario, facilitando la producción de excelentes mejillones que representan el 25% de la producción total de "mejillones" de Rávena.

En segundo lugar, cabe señalar que en la gran mayoría de los casos no se trata de extracción de petróleo, sino de gas, que los propios ecologistas consideran una energía limpia, y que fue la base del crecimiento económico de Italia después de la Segunda Guerra Mundial gracias a los descubrimientos de Eni en el valle del Po.

La tercera razón es la decisiva. El referéndum ha sido promovido de muchas Regiones, en primera fila la Puglia del gobernador Emiliano, por razones puramente politicas y eso es reafirmar el poder de las Regiones en materia energética frente a los intentos del Estado por recentralizar ciertas políticas fundamentales para la economía de todo el país, como el transporte y la energía. Las Regiones, especialmente las del sur, ciertamente no han merecido bien, en las últimas décadas, por sus opciones en el campo económico y por lo tanto no parece adecuado apoyar esta reivindicación suya.

La instrumentalidad del referéndum es tan evidente que el propio Emiliano no duda en recurrir a la los argumentos más bizarros, que tienden a despertar los miedos más irracionales o para tranquilizarnos sobre la posibilidad de seguir disfrutando de todas las comodidades de la vida moderna (calefacción, coche, gas para cocinar) incluso sin la producción de nuestros mares. Por último, por ejemplo, Emiliano llegó a argumentar que Puglia produce energía a partir de fuentes renovables suficiente para satisfacer todas las necesidades, incluida la de movilidad, como si ya existieran los coches eléctricos o solares. Como todo el mundo sabe, más del 65% de las necesidades energéticas de Italia se cubren con hidrocarburos ya que no tenemos energía nuclear (como en Francia) y no usamos carbón (como en Alemania).

Lo cierto es que ya existen numerosas plataformas cerca de las costas italianas que no han causado ningún problema ecológico y que son monitoreadas continuamente por las autoridades encargadas de este fin. Aprovechar los miedos irracionales para los propósitos del taller político de uno es incorrecto y fraudulento.. Mejor no prestarse a estos juegos de poder que acaban perjudicando el empleo y las oportunidades de crecimiento de todo el país.

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