Ayer, con la Bolsa cerrada, la operación del año ya estaba asegurada. Ahora ha llegado la confirmación: Monsanto aceptó la oferta de Bayer, luego de una reunión que tuvo lugar hoy. La oferta final es $128 por cada acción del gigante estadounidense de la biotecnología agrícola, que pasa así al control del gigante alemán. El valor total de la operación alcanza el pico de 66 millones (incluida la deuda).
La evaluación final incluye una prima del 44% con respecto al cierre de Monsanto en la bolsa de valores el 9 de mayo, se lee en un comunicado de prensa, en vísperas de la primera propuesta escrita hecha por Bayer. La operación ha recibido luz verde por unanimidad de los consejos de administración de ambas compañías.
La fusión creará un coloso mundial de la química, la agricultura y la biotecnología. Bayer precisó que se esperan sinergias equivalentes 1,5 millones menos de costos por año a partir del tercer año.
Termina así una larga y agotadora negociación, que comenzó hace cuatro meses y se llevó a cabo con relanzamientos de Bayer y negativas de Monsanto. Finalmente, el movimiento decisivo llegó cuando los alemanes, sorprendentemente, decidieron mejorar aún más su última oferta de $127,50 por acción (en efectivo) anunciada la semana pasada.
lala oferta inicial fue de $122 por acción y el pasado mes de julio había llegado un aumento a $125 por cada acción. Hasta hoy Monsanto siempre se había negado, marcando todas las ofertas como demasiado bajas. Al final, las negociaciones terminaron con un compromiso, teniendo en cuenta que los estadounidenses tenían como objetivo impulsar la valoración hasta los 130 dólares por acción.
Llegados a este punto, el siguiente obstáculo a superar es el lanzamiento de las autoridades antimonopolio, que debe evitar las infracciones a la competencia y la construcción de un monopolio. A este respecto, sin embargo, Bayer ha sido optimista en el pasado, afirmando que complementa a Monsanto en términos de productos y presencia geográfica.
Pero para el gigante alemán aún podría aparecer un problema de imagen, ya que Monsanto lleva años bajo fuego por sus productos genéticamente modificados y es dueña del pesticida Glyphosat, sospechoso de ser cancerígeno.
