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Minibonos, una realidad en crecimiento: todo lo que debes saber

En los primeros meses de 2020, a pesar de la emergencia del Coronavirus, continúa el crecimiento de los minibonos, que el año pasado registraron 801 emisiones por valor de 5,5 millones de euros - Las empresas prefieren los minibonos al crédito tradicional no solo para diversificar las fuentes de financiación sino también para entrar el mercado de capitales: aquí están todos los pros y los contras

Minibonos, una realidad en crecimiento: todo lo que debes saber

En 2019, el mercado de Minibonos confirmó la constante evolución mostrada en años anteriores con un crecimiento en 2019 respecto al año anterior del 21,1%. El año pasado se realizaron 801 emisiones de Minibonos por un valor total superior a 5,5 millones de euros (1,97 millones considerando sólo las emisiones realizadas por pymes). Las entradas netas, una vez deducidos los capitales ya reembolsados ​​en el tiempo, ascendieron a aproximadamente 4,75 millones (1,7 millones solo para las pymes). Esta tendencia de crecimiento de las emisiones también continuó en los primeros meses de 2020 con un valor total aproximado de 50 millones a finales de abril, en línea con el mismo periodo de 2019.

EL ÉXITO DE LOS MINIBONOS

Año tras año, el crecimiento del mercado de Minibonos desmiente las previsiones más pesimistas, ligado en particular a la incertidumbre económica y la feroz competencia en el mundo bancario, más acentuada aún en estos meses caracterizados por el paquete de garantías puesto a disposición por el legislador. Las empresas emiten Minibonos por diversas razones, aun cuando tienen fácil acceso al crédito bancario tradicional en condiciones más ventajosas. Entre las razones (diversificación de las fuentes de financiación, apertura y comparación con el mercado de capitales, acceso a financiación a medio/largo plazo) una de las principales es sin duda la experimentación de un nuevo producto, herramienta útil para gestionar la empresa y adquirir métodos de planificación financieramente avanzados.

Otro motivo, desde mi punto de vista el principal, es la voluntad, ligada a la previsión, de emprender un camino en el mercado de capitales de manera que la emisión del Minibono se convierta en la primera de una serie de operaciones en este mercado, acercando a los inversores con una perspectiva a largo plazo como el proyecto que tiene en mente el emprendedor.

TAMAÑO TÍPICO DE EMPRESAS QUE EMITEN MINIBONOS

A 31 de diciembre de 2019, 536 empresas italianas habían emitido minibonos desde 2012. De ellas, alrededor del 60 % cumplen los requisitos de tamaño establecidos para las pymes. Mirando en cambio el volumen de ingresos de las empresas emisoras, este es muy variable, aunque podemos decir que la mayoría de las empresas que emitieron Minibonos en 2019 (80 casos de 183, equivalente al 44%) tienen una facturación entre 10 y 100 seguido del grupo de empresas con una facturación entre 100 y 500 millones (alrededor del 13% del total). En cuanto al sector de actividad, se confirma la clara supremacía del sector manufacturero.

Más allá de las características cuantitativas y estadísticas, según nuestra experiencia es fundamental que una empresa que quiera ingresar al mercado de capitales cuente con las siguientes características:

  1. Finanzas clave: Indicadores financieros y de ingresos adecuados, tanto finales como de previsión.
  2. proyecto industrial: Bondad del proyecto industrial y Sector donde opera la empresa de interés para el mercado.
  3. Compromiso : La empresa debe tener un cierto compromiso de entrada al mercado de capitales, la operación no debe ser un fin en sí misma sino que debe estar encaminada al crecimiento estructural.
  4. Inteligibilidad: Capacidad para presentar la propia empresa de forma clara, sencilla y completa (Estados financieros revisados ​​por una firma de auditoría, Control de gestión e informes intermedios, Calificación, Capacidad de interfaz con el mercado).

PROS Y CONTRAS DE LOS MINIBONOS PARA EMPRESAS

Una de las principales ventajas del Minibono para las empresas, frente a otras formas de financiación, está representada por la posibilidad de obtener una fuente de financiación alternativa y complementaria al crédito bancario para acceder al competitivo mercado de inversores profesionales, en preparación para posteriores operaciones más complejas como por ejemplo private equity o cotización en bolsa. Esto permite reforzar la estructura de capital y financiera de la empresa gracias a la posibilidad de acceder a una fuente de financiación a medio/largo plazo flexible y a la medida de la empresa. La herramienta también permite la mejora del posicionamiento de la empresa y una mejora sustancial de la imagen corporativa con consecuencias positivas en términos de oportunidades comerciales y financieras, además de ser una excelente herramienta para la gestión de la empresa y la adopción de métodos avanzados de planificación económica y financiera.

Entre los contras, se debe considerar que es un instrumento que por lo general tiene un costo general generalmente más alto que los préstamos que ofrece el sistema bancario.

PREVISIÓN PARA LOS PRÓXIMOS MESES

En cuanto a la evolución de los próximos meses, es prematuro hacer previsiones que serán producto de las siguientes variables:

  1. impactos que la actual crisis del coronavirus pueda tener en el mundo empresarial;
  2. capacidad de financiación tradicional de las empresas;
  3. uso del enorme paquete de garantías previsto por el legislador para 2020.

Lo que hemos observado en las últimas semanas, sin embargo, nos lleva a ser cautelosamente optimistas considerando que ha habido varios casos de empresas que procedieron a emitir Minibonos a pesar de la plena situación de emergencia.

De hecho, como Banca Finint hemos cerrado tres operaciones por un importe total de 26,5 millones de euros entre febrero y mayo de este año.

Lo que sí podemos sostener, en todo caso, es la importancia fundamental, sobre todo en este momento, de los sujetos que operan en el llamado sector de la deuda privada, que siempre se han concentrado en un cuidadoso análisis cualitativo del negocio de las empresas industriales individuales y parcialmente libre de los impactos operativos del fin del mundo bancario (moratorias, préstamos hasta 25.000 euros, gestión de la morosidad, etc etc)

IMPACTO DEL CORONAVIRUS EN LA INDUSTRIA

El mundo de los minibonos, y más en general de la deuda privada, siempre se ha mostrado muy cercano al mundo de la economía real. Por lo tanto, esperamos, incluso en esta situación particular, que el mundo de la deuda privada pueda volver a acercarse a las empresas más necesitadas de liquidez para hacer frente a la emergencia vinculada a los impactos del Covid-19. Sin embargo, actualmente es difícil entender si en los próximos meses el mercado puede sufrir una mera ralentización o un retroceso debido a la crisis del coronavirus que ha impuesto un cierre generalizado de muchas actividades productivas con efectos negativos en el conjunto del sistema económico.

Sin duda, podría ser útil repensar el sistema de garantías implementado por el Gobierno (Fondo Central de Garantías y Garantía SACE) dado que, además de los bancos, solo unos pocos fondos han hecho gestiones para acceder a garantías estatales, limitando efectivamente al resto de los sector de la deuda privada.

Más si tenemos en cuenta que muchas operaciones en este mercado se realizan en sindicatos con sujetos tradicionales donde los fondos de deuda privada actúan como los llamados inversores ancla utilizando sus habilidades específicas para analizar la solvencia de realidades industriales específicas e identificar los términos y condiciones de la operación en su conjunto.

°°°°°°El autor es Jefe del Área de Minibonos de Banca Finint

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