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Mimmo Paladino, pinturas, esculturas e instalaciones en Milán

Del 12 de mayo al 8 de octubre de 2016, la Galería Christian Stein, en sus dos espacios de Milán y Pero, acoge una gran retrospectiva de Mimmo Paladino (Paduli, 1948), comisariada por Eduardo Cicelyn.

Mimmo Paladino, pinturas, esculturas e instalaciones en Milán

Un evento único, organizado en dos sedes, que cuenta, a través de más de veinte pinturas y esculturas junto con algunas instalaciones famosas, la génesis y los pasajes más significativos de la historia creativa de uno de los artistas italianos contemporáneos más importantes.

El itinerario expositivo, organizado en siete secciones temáticas, parte de Milán, donde se recogen las obras iniciáticas de un joven Paladino, que en los años setenta recurrió a la pintura para definir su propia identidad.

Luego, en Pero, en la mayor de las seis salas, se reconstruye por primera vez en 28 años la gran instalación presentada en la Bienal de Venecia de 1988. Es la obra que se convierte en el punto de apoyo alrededor del cual se desarrolla la aventura de una mujer madura y autodidacta. artista consciente. Es precisamente en esta ocasión que Paladino demuestra que ha sabido reelaborar y ampliar su obra con los más variados signos, colores y materiales, trascendiendo la superficie de los muros.

La exposición recorre algunos de los temas típicos de la figura expresiva del artista campanés, desde las geometrías que analizan el espacio y lo rediseñan, pasando por la escultura que reflexiona sobre los elementos arquetípicos de forma y volumen, hasta la sala de grandes cuadros con colores, amarillos, rojos, blancos y negros.

La sala dorada, uno de los elementos fundadores del lenguaje de Paladino, entre la luz amarilla y los tonos blancos y negros que jalonan su superficie, actúa como contrapunto luminoso al gran trabajo de leña quemada entre miembros rotos y figuras negras consumidas por el fuego.

La obra de Paladino se manifiesta en toda su complejidad, revelando la formación conceptual y analítica, elemento esencial de una obra pictórica nunca casual, que oscila entre las instancias de la tradición y las de la vanguardia y bebe de culturas arcaicas y no europeas.

Las imágenes sobresalientes de la carrera de Paladino revelan cómo muchas de sus obras, ya desde los primeros cuadros atravesados ​​por ramas y madera o flanqueados por elementos tridimensionales, se presentan como verdaderas instalaciones.

Todo esto revela cómo sus temas nunca son simplemente figurativos. Las imágenes, de hecho, muchas veces surgen de la estratificación de signos y materiales, que crean enredos y fragmentos, declarando, ocultando o sólo aludiendo a un significado.

En sus obras leemos el surgimiento de una cultura arcaica y mediterránea, hasta el punto de que el lenguaje del arte y la práctica del artista con Paladino parecen ser algo mágico o chamánico, el lugar de un ritual o una tragedia. Sus obras, a pesar de ser figurativas y simbólicas, evocan significados y contenidos sin revelar nunca su origen, sino expresando únicamente su sombra, máscara o huella arquetípica.

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