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Milán-San Remo: Sagan es el súper favorito

CICLISMO – Detrás del campeón mundial los más populares son Gaviria y Degenkolb pero las sorpresas están a la orden del día en el Clásico de Primavera. Ausentes Nibali y Aru, las pocas esperanzas italianas están puestas en Colbrelli.

Milán-San Remo: Sagan es el súper favorito

La Milano-Sanremo ha sido parte de la cultura popular italiana desde 1907, un evento deportivo a menudo vinculado a algunos de los episodios más significativos de la historia nacional contemporánea. El sitio web oficial de la carrera menciona, por ejemplo, el Sanremo de 1946 que tuvo lugar al día siguiente del anuncio de la voluntad de abdicar del rey Vittorio Emanuele III. Pero aquella edición no sólo se recuerda por esto. Apenas 24 horas después del terremoto en lo alto de la Casa de Saboya, Fausto Coppi ganó aquella 37ª edición al término de una escapada legendaria, en solitario durante 150 km hasta acumular 14 minutos de ventaja sobre el segundo. Dado el tamaño de la brecha entre el Campionissimo y sus inmediatos perseguidores, Nicolò Carosio, que en ese momento comentaba la carrera por la radio, pronunció una de sus frases que pasó a la historia: "¡Primero, Fausto Coppi, esperando al subcampeón, transmitamos música bailable!".

Otros tiempos. Hoy es un lujo si no acaba con el sprint final. Incluso este Sanremo, como de hecho ha estado sucediendo durante décadas, se jugará codo con codo en la pelea tradicional que estalla tan pronto como te desvías de la Aurelia en las rampas de Poggio, antes de la última inmersión en la línea de meta. Un evento de primavera muy clásico, más que las dificultades altimétricas absolutamente tolerables, es la longitud, que se acerca a los 300 km, lo que selecciona las fuerzas en el campo, agotando incluso las piernas de algunos reyes de la energía del sprint. Aquí porque André Greipel se dio por vencido al principio como lo hace desde hace tiempo Marcel Kittel, un prodigio de los sprints, que siempre se ha derrumbado en las pocas curvas cerradas del Poggio. Después de todo, el Turchino, el Cipressa y el Poggio no han escalado tanto como para atraer a los escaladores o los grandes nombres de las grandes carreras por etapas que siempre han desertado de Sanremo: por el momento no hay noticias de Froome; Contador, el desafortunado protagonista de la reciente París-Niza, siempre la ha desairado. Nairo Quintana, después de ganar a lo grande su segunda Tirreno-Adriático, regresó a Colombia para preparar el Giro y también el Tour.Este año – edición núm. 108 – ni siquiera estarán Nibali y Aru, el primero con poca preparación, el segundo luchando con problemas de salud. 

El súper favorito en la carrera de hoy es Peter Sagan. El eslovaco, un auténtico campeón sobre dos ruedas, nunca ha ganado la Sanremo. Dos veces cuarto, una vez segundo en 2013 por detrás del alemán Gerald Ciolek, el campeón del mundo desde hace unos años ha abandonado el incómodo papel de eterno corredor, ganando carreras una y otra vez. Tiene todas las credenciales para ser el corredor que vuelve a triunfar con el maillot arcoíris 34 años después de la última vez de Giuseppe Saronni en 1983. Las casas de apuestas apuestan firmemente por el líder del Bora-Hansgrohe, cotizándolo en 3. Solo Gaviria, el velocista colombiano, y John Degenkolb, ganador en 2015, se dan en dígitos simples en 5 y 9 respectivamente.Alexander Kristoff, primero en 2014 14, se cita 16. A los XNUMX siguen el francés Arnaud Démare, ganador del año pasado, y Nacer Bouhanni, el británico Mark Cavendish y el australiano Michael Matthews. Retirado de la carrera Fabian Cancellara, un finisseur en circulación con las características del campeón suizo, quedan pocos capaces de un tramo solitario con vistas a la meta: Greg Van Avermaet y Mikahl Kwiatkowski parecen estar en la mejor forma pero siempre atentos a dos zorros belgas como Tom Boonen y Gilbert Philippe y el francés Julian Alaphilippe. Sobre el papel, no hay rival para los italianos a menos que Sonny Colbrelli encuentre el salto que le permitió ganar a todos en la meta de la segunda etapa de la París-Niza. ¿Otros? En Viviani, Modolo y Ulissi, sería como hacer seis en SuperEnalotto.

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