comparte

El Milan en plena crisis: también pierde contra la Sampdoria

Cuarta derrota consecutiva de los rossoneri, traspasados ​​en San Siro por la Sampdoria con un penalti procurado por Quagliarella y anotado por Muriel, el Milan ocupa ya la octava plaza y si no gana al Bologna el miércoles puede despedirse de sus sueños de Europa

El Milan en plena crisis: también pierde contra la Sampdoria

Milán está oficialmente en crisis. La sospecha, ya bastante fuerte tras las tres derrotas de la semana pasada ante Napoli, Juventus y Udinese, se convirtió en certeza ayer, cuando los rossoneri también perdieron en San Siro ante la Sampdoria. La paradoja es que el juego está mucho mejor que hace un par de meses, pero el problema es que los resultados ya no llegan y ahora el ranking definitivamente se está complicando.

El partido del miércoles en Bolonia se vuelve fundamental: cometer un error también, de hecho, significaría alejarse del área de la Europa League, el objetivo mínimo de la temporada de Via Aldo Rossi.

“Es una crisis de resultados, no de juego – explicó amargamente Montella. – Hay mucho arrepentimiento por perder un partido como este, creamos mucho y realmente no tengo nada que reprochar a los muchachos. Este resultado nos penaliza pero no debemos rendirnos: si seguimos jugando así no perderemos más partidos, de eso estoy seguro. Con esta mentalidad llegaremos a Europa, al cien por cien”.

El técnico trata de mirar el lado completo del cristal pero no cabe duda de que algo ya no funciona como antes, también fue suerte en llevar los episodios por el buen camino. El Milan solo ha ganado un partido en sus últimos siete encuentros ligueros, sumando unos míseros 5 puntos: una media que no va bien con las ambiciones europeas del club, obligado a afrontar la primera crisis real de la temporada.

El 0-1 de ayer es fruto de un error de la pareja Zapata-Paletta (el primero pierde un balón ensangrentado, el segundo comete un penalti completamente inútil sobre Quagliarella) que Muriel aprovechó al máximo (70'), pero también de una imprecisión de cara a portería no imputable únicamente a la mala suerte.

El poste de Deulofeu y el despiste de Lapadula cara a cara con Viviano son auténticos errores, que confirman que el equipo, pese a una innegable organización del juego, no tiene límites cualitativos indiferentes.

El problema del gol se cronifica, al igual que la futilidad de quien debe garantizar varios de ellos: ayer Bacca acabó dando vueltas también, completando su tarde con otra reacción negativa a la hora de la suplencia, hija de la frustración. de los que sabe que tiene la culpa (sólo dos goles marcados en los últimos 4 meses) y los abucheos de un San Siro ahora hostil.

El octavo puesto en la clasificación significa quedarse fuera de Europa, pero la compacidad de la misma deja todos los escenarios abiertos: siempre que empieces a competir de nuevo lo antes posible, de lo contrario te encontrarás viviendo otra temporada triste y decepcionante.

Revisión