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“Envuélvete” entre los enanos de la política y el moloch del Estado: ensayo de Carlo De Benedetti

UN ENSAYO DE CARLO DE BENEDETTI: "Mettersi in gioco", editorial Giulio Einaudi - El presidente de Espresso cuestiona la debilidad de la política, la verdadera "reina perdida" de Occidente, pero la baja calidad del liderazgo refleja el funcionamiento de nuestras instituciones y las distorsiones de una administración pública opresiva e inadecuada

“Envuélvete” entre los enanos de la política y el moloch del Estado: ensayo de Carlo De Benedetti

El ágil folleto de Carlo De Benedetti "Mettersi in gioco" toca muchos aspectos de la economía y la sociedad de nuestro tiempo. El rápido repaso se enriquece con fugaces pero significativas referencias a su considerable experiencia empresarial y con algunas citas de buenas lecturas, alternando hábilmente entre clásicos (Bagehot, Musil, Tocqueville, Popper, Rawls, Schumpeter) y atentos observadores de nuestro tiempo (Mc Carthy, Lanier, Carbonio).

El folleto no está exento de sugerencias e invita a la reflexión sobre las grandes cuestiones socioeconómicas de nuestro tiempo: el progresivo desplazamiento hacia Oriente de la capacidad de producir riqueza, el aumento de la desigualdad de ingresos entre clases sociales, el preocupante nivel de desempleo en Europa y la consecuente afirmación de partidos populistas y xenófobos, las dificultades de la nueva generación, el papel de la innovación, la insuficiencia de la política.

La formación empresarial del autor le empuja a insistir más en los medios para salir de la situación de crisis -para lo que recurre a la metáfora de las piezas de ajedrez- que en las causas y esto pone de manifiesto, aquí y allá, algunos límites de su "cierta idea de la política.

La pieza principal del tablero de De Benedetti es precisamente la debilidad de la política, la verdadera "reina perdida" de Occidente, incapaz ya de "ponerse al nivel de los grandes problemas que enfrentamos y de proponer e implementar soluciones adecuadas". Pero, ¿de dónde viene esta incapacidad? ¿Por qué tendríamos líderes "enanos" y ya no "gigantes"? Francamente, no creo que el problema sea este: aparte del hecho de que en el pasado algunos líderes políticos sí han sido gigantescos pero para mal y en la brutalidad más extrema, me parece que la calidad del liderazgo refleja el funcionamiento de Si tenemos líderes modestos en Europa es porque las políticas de las instituciones son capaces de seleccionar esto: varias tendencias -desideologización, mayor difusión de la información y mayor control democrático- están haciendo que los líderes estén mucho más sujetos al escrutinio de los electorados y sujetos a presiones de interés y por lo tanto "inevitablemente" enanos.

Y las instituciones son pegajosas y reacias al cambio. ¿Por qué Merkel no debería prestar atención a los "estados de ánimo de las cervecerías"? Los políticos quieren ser reelegidos y la cuestión es cómo median entre esa necesidad y los intereses de los que no votan (los votantes de otros países y no las próximas generaciones). Y la reciente entrevista de la Canciller con el Corriere della Sera hace justicia a cierta visión caricaturesca de su política y también a la temida influencia de las cervecerías.

Y entre las otras piezas del tablero imaginario de De Benedetti, habría visto la ya "mítica" reforma del Estado: la superación de la incapacidad que muestra nuestro Estado en el ejercicio de sus funciones esenciales, las señaladas por Adam Smith a lo largo de 200 años. : "paz (y nuestro país con la expansión del crimen organizado no se beneficia de ello) impuestos fáciles y una administración de justicia tolerable (condiciones estas dos últimas también lejos de estar presentes en nuestro país).

Cuando la administración pública, la empresa más grande del país que intermedia el 45% del ingreso nacional, funciona mal, en términos de tiempos burocráticos, corrupción, capacidad regulatoria y administrativa, no hay espacio para el crecimiento y la recuperación. Sin curar esta patología de sociedad sin estado, como ha sido hábilmente definida, sin repensar la administración, "volviendo a poner en juego los privilegios y las ineficiencias", el impulso emprendedor acertadamente evocado por De Benedetti, me temo, difícilmente aparecerá en el horizonte. .  

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