Son muchas las fuerzas que actúan sobre el movimiento de los mercados y entre estas también se debe considerar el componente cíclico estacional. Lo recordamos hoy, a principios de agosto, un mes estacionalmente de los más flojos del año.
Esta estacionalidad, con modestas modificaciones, es más bien transversal e involucra prácticamente a todos los mercados mundiales. Agosto es en promedio uno de los peores meses, precedido solo por mayo, que después de todo dio su nombre al famoso lema "vende en mayo y vete".
El índice estadounidense S&P 500 (-1,56% de media para los meses de agosto 2010-2014 y -0,09% en 2005-2014) no difiere mucho de la media mundial (-1,84% en 2010-2014 y -0,42% en 2005 -2014).
En el Lejano Oriente, el mercado más importante es el japonés. A pesar de algunas diferencias, el mes de agosto también aquí se confirma débil (-3,61% en 2010-2014 y -1,42% en 2005-2014), incluso casi al mismo nivel que mayo (-4,37% en 2010-2014 y - 1,38% en 2005-2014).
El denominador común de los índices en todas las latitudes es, por tanto, cierta debilidad en agosto. Esto justifica la prudencia con la que los ahorradores normalmente se acercan a este mes, posponiendo las inversiones más exigentes hasta después de las vacaciones.
